Conseguir unos textos que atraigan, conviertan y vendan no debería ser confuso ni difícil.

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Cómo aplicar el principio de simpatía para convencer más con tus textos

¿Conoces los principios de persuasión de Robert Cialdini? Descubre cómo te puede ayudar el principio de simpatía.

No nos engañemos, la primera impresión es fundamental, en muchos casos la definitiva.

 

Decides en muy pocos segundos si una persona te cae bien o mal:

  • Te sientas en un banco o en otro dependiendo de quién está sentado en él.
  • Preguntas por una dirección únicamente a aquella persona que te parece de fiar.
  • Decides si la novia de tu amigo es para él el día que la conoces en un bar.

¿Qué vas a encontrar en este post?

Además te cuesta mucho rebatir esa primera impresión.

Si te has formado una mala impresión de alguien tenderás a reforzar esa idea fijándote antes en los detalles negativos y obviando los aspectos positivos.

A la hora de comprar un producto o contratar un servicio, la primera impresión es todavía más importante.

Puedes llegar a entrar en una tienda física a adquirir un producto que te interesa pero salir con las manos vacías simplemente porque el vendedor no te ha generado ninguna confianza, o lo que es peor, ha sido un desagradable.

Y es que esto de la simpatía en los negocios también es clave para generar una buena impresión.

Porque nunca comprarás a una persona que te cae mal.

Tiendes a prestar más atención a las marcas que son como tú

Existen reglas no escritas que cuando se cumplen instintivamente nos generan una mejor primera impresión. Esa es la influencia silenciosa de los principios de persuasión, de los que se nutre el copywriting.

La primera es que las personas expresivas generan una mayor confianza que aquellas a las que resulta muy complicado leerles las expresiones de la cara.

De la misma manera confiamos con mayor facilidad en aquellas personas con las que tenemos algo en común, un nexo que nos una.

Lo pensaba de hecho la semana pasada viendo a un hombre pasear un golden retriever por mi calle. Parece una tontería pero teniendo algo en común con el dueño me lancé directamente a hablar con él para poder achuchar a su golden.

De repente, sientes que no existen barreras y que puedes acceder de forma más fácil a esa persona porque rápidamente se activa el principio de simpatía del que hablaba Cialdini.

Un principio de persuasión que nos mueve día tras día para comprar un producto u otro y que nos permite conectar con otras personas de forma mágica.

Simplemente porque nos sentimos atraídos. Y cuando algo nos fascina, somos imparables.

Por otro lado y si te fijas en los que te rodean estoy segura de que puedes detectar rápidamente a los amigos que son capaces de escuchar y responder a lo que otra persona les transmite con facilidad.

Esas personas son también las que generalmente causan mejor impresión.

Y es que la simpatía y la empatía son las habilidades secretas para conectar con el corazón de cualquier cliente.

Dos ingredientes básicos en cualquier texto que escribas.

Cuando una persona aterriza en tu web no te conoce, no te quiere y no confía en ti. En tan solo 8 segundos construirá esa primera impresión sin que tú puedas abrir la boca y sonreírle.

Cómo aplicar este principio de persuasión en copywriting

Aunque parezca mentira, una de las claves para crear una buena primera impresión es mantener la boca cerrada. Cuando conoces a alguien cometes muchas veces el error de querer resultar simpático y no paras de hablar. Pero eso no crea buena impresión.

Y esto es algo que ocurre en internet. En ocasiones, tratamos de ser demasiado simpáticos y se nos ve el plumero.

El mensaje termina siendo algo forzado y el tono de voz poco sincero:

4 consejos para activar el principio de simpatía

Es importante tomar las riendas de tus textos y seguir algunos consejos:

  • Habla en segunda persona del singular y no en plural. Cada visita que aterriza a tu web quiere sentirse especial y ver que le estás hablando únicamente a él.
  • Enumera las formas en las que puedes ayudar a los demás con los productos o servicios que vendes en lugar de listar tus numerosas virtudes y lo bien que haces todo.
  • Escribe de forma específica y directa. Al escribir en tu web trata de emular la misma conversación que sucedería en tu tienda física.

El copywriting se basa en tus personas favoritas: tus clientes

Tienes muy poco tiempo para demostrar que entiendes perfectamente la situación por la que están pasando:

  • Escucha a tu audiencia: Si quieres crear una relación de confianza, ellos deben entender que tú eres la persona que les puede ayudar. Solo si conoces lo que tu público objetivo está buscando podrás ofrecer lo mejor de ti.
  • Encuentra puntos en común con tus clientes: Demuestra similitudes que son relevantes en la venta. Habla sobre aquello que interesa a tus lectores y mézclalo con tu personalidad única de marca.

En definitiva, humaniza tu marca.

Espera, no me ha quedado claro, ¿simpatía es sinónimo de empatía?

Es fácil confundir estos dos términos.

De hecho, veo cómo cada día en diferentes situaciones ambos términos se van mezclando y una persona es capaz de decirte que es muy empática cuando simplemente es simpática.

La simpatía es la capacidad de ver y reconocer las dificultades de otros y responder con compasión.

La empatía, en cambio, se refiere a la capacidad de caminar al lado de una persona que siente dificultad o dolor y experimentar las emociones que debe estar sintiendo.

Este vídeo de Brené Brown ilustra de forma excepcional la diferencia entre la compasión y la empatía. Te invito a que lo veas y reflexiones con nosotros sobre lo que dice.

Estamos perdiendo puntos en simpatía y tenemos que remediarlo

Estoy segura de que puedes recordar sin esfuerzo lugares en los que no has sido tratado como deberías. Puede tratarse de un comercio, un restaurante, un banco o una agencia de diseño.

La atención al cliente está de capa caída y todos lo podemos percibir. La buena noticia es que dicen que esto a partir de ahora va a empezar a remontar.

Muchos negocios creen que con su fama o la calidad de lo que venden les basta para que les vaya bien. Se equivocan.

Cuando vamos a comprar no solo queremos el producto, queremos algo más.

Queremos sentirnos diferentes.

Queremos sentirnos especiales.

Si la atención no ha sido buena es muy posible que no compremos el producto, y lo que es peor, inevitablemente haremos una campaña contra esa marca.

Convencer a un cliente de que tú eres su mejor opción es más fácil de lo que crees.

No necesitas impresionar, únicamente debes tratar de ser tú y entender a tus clientes.

¿Crees en la simpatía en los negocios?

¿Cuál ha sido la última anécdota simpática que has vivido con una marca?