¿Recuerdas aquel juego en el que tienes que conseguir que tu equipo adivine una palabra que te ha tocado sin poder decirla?
No, el Pictionary no.
Te estoy hablando de aquel juego en el que debes explicarles qué palabra es sin poder decir una serie de términos relacionados con ella.
Taboo, ha sido uno de mis juegos favoritos cuando era pequeña.
¿Qué vas a encontrar en este post?
Cuando te tocaba por ejemplo la palabra vino, y no podías decir bebida, bodega, uva, vendimia ni copa, tenías que ser capaz de decir vino (utilizando otros vocablos y expresiones) antes de que se acabase el tiempo.
¿Has jugado alguna vez a Tabú o Taboo?
Pues tengo una noticia que darte, que será buena o mala dependiendo de tu habilidad para con este juego: estás a punto de comenzar una nueva partida en el copywriting de tu web.
Es cierto. Aquí también hay una serie de palabras que, al igual que en el Taboo, cuando tus potenciales clientes las lean, harán sonar la alarma y perderás la partida.
Palabras y expresiones que chirriarán en los oídos de tu cliente ideal y que serán una razón de peso para que sus objeciones se hagan fuertes y crea que tu producto o servicio no es lo que está buscando.
Y si lo piensa significa el final de la partida. Game over. Se irá, y aunque no te diré que es imposible sí es poco probable que vuelva.
Palabras tabú que debilitan tu marca
Si tu marca es la mejor, ¿por qué suenas como una más del montón?
Descubre en este vídeo algunos consejos para conseguir una redacción efectiva evitando todas esas expresiones que no aportan nada y cansan a tu público objetivo.
Todos tenemos palabras fetiche y muletillas que utilizamos sin parar
Sobre todo ahora que, en muchos de los casos, se escribe como se habla.
En la medida de lo posible estas palabras que tanto utilizamos debes tratar de evitarlas.
¿Alguna vez te has grabado hablando? Si no lo has hecho te animo a que empieces porque es un ejercicio estupendo para detectar este tipo de palabras y las famosas muletillas que inundan tus conversaciones. Las muletillas son aquellas palabras o frases que se repiten por hábito pero que a la vez por sí solas carecen de sentido.
«A decir verdad, es decir, al fin y al cabo, así que (esta es mi favorita)…»
Ser capaz de transmitir con palabras todo aquello que tú puedes hacer por tu cliente ideal de una forma clara, coherente y bonita requiere un buen número de horas de escritura.
Pero conseguirlo es posible. Tan solo debes conocer cuáles son los mayores errores que puedes cometer en tus textos y qué palabras tabú debes evitar. Es la mejor forma para prestar atención y ser consciente de cada frase que escribes.
Aquí te muestro los errores más frecuentes que me encuentro cuando reviso los textos de las webs de mis clientes:
Superlativos, los que te masajean el ego
Si bien es cierto que los adjetivos tienen la batalla perdida frente a los verbos, es inevitable hacer uso de ellos en algunas ocasiones. No olvides que los adjetivos acompañan al nombre con ánimo de resaltar o especificar alguna de sus características.
No hay nada más grande que un superlativo. Solo hay un mejor, un favorito o un máximo. Aquí también entra la palabra más.
El uso de superlativos en los textos de tu web puede crear el efecto contrario al que persigues: que tus lectores no se crean aquello que les estás contando. Por eso no es una buena idea abusar de ellos. Puedes utilizarlos, sí, pero con cautela.
Mi recomendación es que cuando te sientas tentado a escribir uno de ellos, te hagas esta pregunta: ¿por qué?
¿Por qué tu producto es el mejor? ¿Por qué es de altísima calidad? ¿Por qué el servicio que ofreces es el más rápido? Tienes que responder a estas preguntas.
Es diferente decir:
Somos la empresa de mensajería más rápida de la ciudad.
Que esto otro:
Tu paquete en manos de su destinatario en menos de 3 horas.
Tendemos a proclamar a los cuatro vientos que lo que vendemos nosotros es mejor que lo que vende el resto sin decir exactamente por qué es mejor. Si no me crees te invito a que eches un vistazo al sector de los cítricos y me digas cuántas veces ves a un agricultor valenciano decir que vende las mejores naranjas de Valencia.
Cuidado con los superlativos. No digo que no puedas utilizarlos pero sí que seas realmente objetivo en lo que dices y te pongas en la piel de la persona que te lee.
En caso de querer hacer uso de ese superlativo apóyalo con datos, números y testimonios que demuestren que realmente tu producto o servicio es merecedor de ese adjetivo.
Galimatías, los que en su día fueron estrellas del rock
Algunas palabras son tan usadas en copywriting que han dejado de brillar, y han pasado a convertirse en relleno.
Esto ocurre cuando se escriben cosas obvias como servicio de calidad (obviamente no vas a vender lo contrario) o inmejorable atención al cliente (¿Seguro que tu atención al cliente es tan perfecta que no se puede mejorar?).
(Pregunta sobre la imagen anterior –> ¿Has entendido la segunda y tercera línea del primer párrafo?)
Entran en esta lista términos como innovador, novedoso, revolucionario, pionero, etc. Estas palabras están tan desgastadas que pasan por delante del lector con mucha pena y ninguna gloria.
Olvídate de frases de relleno y céntrate en explicar a tu cliente ideal cómo y por qué tu producto o servicio es importante para él.
Fíjate en este ejemplo:
Versión A:
Nuestro innovador sistema de filtrado y los materiales revolucionarios con los que fabricamos nuestras licuadoras hacen que superemos con nota los estándares de la excelencia.
Versión B:
Para que te tomes los zumos sin hilos, grumos ni pepitas, nuestras licuadoras cuentan con un sistema de filtrado que impide el paso de todo aquello que no sea líquido. Además, ahora puedes llevarla a donde quieras, porque solo pesa kilo y medio. Disfruta de lo mejor de la fruta y verdura en cualquier parte.
Palabras débiles, las que entienden lo que quieren
Son palabras que, lejos de empoderar el texto, lo marchitan. Algunas son problemáticas porque, como no son lo suficientemente específicas, pueden ser interpretadas de diferentes maneras, como por ejemplo: efectivo, bueno o éxito.
Ejemplo como título en una página principal: Consigue un negocio de éxito → ¿Qué significa en esta frase la palabra éxito? ¿Facturar más de cuatro cifras? ¿Tener un equipo comprometido en el que poder delegar? ¿Generar dinero mientras pasas un año sabático?
Otras como tal vez, a lo mejor o creo que, únicamente muestran falta de firmeza o autoridad. Transmiten que no estás lo suficientemente seguro de aquello que estás diciendo. No inspiran confianza.
De hecho, es probable que un lector cuando se encuentre con un creo que se pregunte: ¿Cree o lo sabe?
Fíjate en lo que escribes cuando respondes a un cliente o colaborador. Te encontrarás más de un «creo que». Te animo a que comiences a sustituirlo por otra frase en el que se muestre que estás seguro de lo que dices.
También tenemos la palabra «cosas». No es la primera vez que hablo de ella, lo comenté en el artículo sobre títulos más compartido de este blog. «Cosas» es la palabra más perezosa del copywriting. Es indescriptible y a menudo se puede sustituir con muchos nombres mejores, tales como razones, estrategias, consejos, mentiras y un largo etcétera de términos.
Seguimos con otra palabra…
«Cada vez que te sientas tentado a escribir «muy», sustitúyelo por maldito. Tu editor lo borrará y la escritura será como debe ser.»
Ya lo dijo Mark Twain, la palabra muy no comunica información suficiente ni imprescindible. Elimínala de tus textos para conseguir que sean más precisos. En lugar de grande, escribe enorme. En lugar de pequeño, emplea la palabra diminuto.
Extra del gran Stephen King
En su libro, Mientras escribo dice que no se deberían utilizar palabras que terminan en –mente, ya que la escritura debería ser lo suficientemente buena como para indicar el estado de ánimo, sin recurrir a una multitud de adverbios.
Ahora que ya las conoces, no tienes excusa para que alguna de ellas se cuele en tus textos. Tenlas presentes cuando escribas nuevos textos o repases los que ya tienes. No permitas que unas pocas letras resten fuerza al copywriting de tu web y sobre todo piensa en todos esos lectores que te leen con prisa.
Y tú, ¿qué opinas sobre esto de las palabras tabú?
Estoy segura de que se te ocurren más. Es una lista abierta y me encantaría ir añadiendo términos.
Por cierto, si te apetece jugar otra vez a Tabú tienes una aplicación para descargar en un teléfono de Apple. Opción B: fabricarte uno propio (nosotros solíamos fabricar tarjetas nuevas) y jugar con los pequeños y no tan pequeños de la casa.
Hola Maider!
Después de leer el post, sólo tengo ganas de volver corriendo a mi web y revisar si se me ha escapado alguna palabra Tabú!
Yo añadiría a la lista las palabras «servicio integral». ¿Cómo qué servicio integral? ¿Me piensas terminar todo el servicio? ¿No me vas a dejar a medias? ¡Qué suerte tengo!
Me alegro mucho de volver a leerte en el blog,
Un saludo,
Raquel
Servicio Integral, otro clásico para añadir en esta lista. Me he reído con tus preguntas, no puedes tener más razón.
A mí me alegra tenerte por aquí. Gracias por animarte a comentar, Raquel.
Un abrazo.
Hola, Maïder!
Jaja, me has sacado los colores. Reconozco que a veces caigo en los errores que has enumerado. El otro día escribí un post cuyo título iba a ser «el mejor truco para…». Mi primo lo leyó y me sugirió cambiar «mejor» por «gran». Sigue siendo de lo más vago, pero al menos ya no voy por la vida como si fuera la mejor, jeje.
Gabriel García Márquez también huía de los adverbios acabados en -mente. Desde que leí esto en su autobiografía, los he buscado en el resto de sus novelas y es cierto: apenas se pueden encontrar.
Yo me formé en PNL y es cierto que uno de los aspectos en que más insistía la profesora era en que teníamos que ser específicos con el lenguaje, a no ser que busquemos la sugestión más que la indicación o la descripción. Si buscamos que el otro imagine y se monte su propia película, entonces sí podemos ser más generales y abiertos.
Algo que también aprendí en PNL fue a huir de los «debes», «tienes que»… porque estos imperativos desatan una pregunta inconsciente en el lector o interlocutor: «¿Y por qué? ¿Porque tú lo digas?». Con el «deber» y «tener que» sale nuestro lado rebelde e, inconscientemente, ponemos barreras entre nosotros y el interlocutor.
Yo intento evitarlas y cambiarlas por el «te conviene» o «convendría que», aunque a veces admito que se me escapan ;)
Un abrazo y gracias por el post!
Es normal cometer ese tipo de errores al principio. Lo que hiciste bien es en hablar con tu primo y preguntarle qué le parecía el título. No muchos lo harían. Yo siempre digo que antes de aprender a escribir de forma persuasiva hay que aprender a escribir mejores títulos. En este caso, rápidamente has podido ver el cuidado que hay que tener incluyendo una palabra como «mejor» en el título.
Es genial que hayas mencionado lo que has ido aprendiendo en PNL porque tiene que ver con todo lo que hablamos en el blog. El «tienes que» o «debes» no siempre se pueden utilizar porque podrían molestar al lector. Es difícil emplear otro tipo de palabras pero es importante que nos demos cuenta de la de veces que las utilizamos. Con la práctica se puede mejorar la forma que comunicamos con el resto.
Otro abrazo para ti y gracias por escribir, Irene.
Buenísimo artículo (:O superlativo!) o debería decir excelente. Ahora mismo voy a apuntármelo todo.
Jajaja! Gracias Miriam. Me encanta ese entusiasmo.
Miriam, tanto en la cocina como en el lenguaje, siempre das en el clavo.
Al final, todo esto va de ampliar nuestro vocabulario y de honrar al castellano, que es una lengua de una amplitud increíble (ya quisieran los ingleses tener tanta variedad de recursos), a pesar de que la mayoría, por desgracia, no use ni mil palabras distintas en su vida diaria.
Interesante artículo, Maïder.
Efectivamente, Pablo :)
Gracias a ti.
Felicidades, es un post tan bueno como necesario.
Genial, Iván. Me alegra leerlo.
Hola Maïder,
Otro post que da mucho que pensar… así no hay manera de descansar! ;)
Por cierto, creo que hay un enlace de un post de cliente ideal que no se ha acabado de coger del todo, por si lo quieres arreglar :)
Un abrazo!
Gracias, Maite. Hemos vuelto con energía.
El tema del enlace ya está arreglado, gracias por avisarme. Un abrazo.
Honestamente, creo que has expuesto algunos de los mejores consejos para una redacción efectiva y altamente centrada en la calidad y en la mejora continua. Son cosas que todos debemos tener en cuenta si queremos conseguir el más grande de los éxitos en nuestra carrera profesional.
Recibe mis más calurosas felicitaciones ;)
XD
Touche!
:D
Gracias por tu comentario, Pablo. Me alegra haberlo conseguido. Un fuerte abrazo.
Éste ha sido hasta ahora ha sido mi post favorito. Extraordinario, Maïder.
Pero menudo trabajo: dan ganas de revisar y corregir todos los post ya escritos!
De hecho ya he corregido este mensaje quitando un «creo» y un «muy», jaja.
Es para que nadie se duerma en los laureles ;)
Qué bien que te haya gustado, Marta. Espero que lo recuerdes y que cuando escribas automáticamente pienses en todos estos consejos como lo has hecho a la hora de escribir este comentario.
Un abrazo.
Genial como siempre Maï!
En general también pienso que es importante que cada frase aporte algo importante. Si se escribe algo que sea para aportar información y no «rellenar por rellenar», intentando, además, crear curiosidad para leer la siguiente frase.
Lo de «el más» es cierto que debemos evitarlo porque lo considero vacío de contenido. Siempre verbalizar algo de forma que haga entender porqué deben escogernos sin decirlo nosotros directamente.
Un beso desde Deutschland*
Eso por supuesto, Eli. Cada frase tiene que aportar algo y por eso es tan importante repasar cada palabra que escribimos.
El «más» es el que utilizamos en exceso. Qué diferente queda cuando es un cliente el que lo dice por nosotros. No suena tan prepotente.
Un beso desde el norte.
Gracias a un post anterior tuyo, me leí «Mientras escribo» y descarté los adverbios en ese mismo momento de todos mis textos.
Me ha gustado mucho la idea de las palabras Tabú, como un juego.
Yo tengo especial manía a la redundancia, por ejemplo a «más mayor».
Me apunto a lo de grabarme hablando y escucharme para detectar mis muletillas, aunque siempre me da mucho corte escuchar mi voz grabada… En las entrevistas de radio lo paso fatal, mucho peor que salir a hablar delante de gente.
Gracias
Me alegra saber que empezaste a leer «Mientras escribo» a través del blog, Patricia.
Prueba lo de grabarte y también lo de leer en alto todo lo que escribes. En las grabaciones verás que las primeras veces es raro, después es hasta divertido. Te animo a que hables cada vez más delante de la gente y en entrevistas. Yo también pensé hace un año que sería incapaz. Mi mayor inseguridad era esa. Ahora solamente pienso en lo bien que lo voy a hacer y en todo lo que voy a ayudar a otras personas. En ese momento, la inseguridad de hablar con personas delante se esfuma. Un abrazo.
Maïder:
Pues sí. Tienes razón. Sin querer todos abusamos de estas palabras que no aportan nada y cansan a la audiencia.
Gracias por tu nueva lección.
Un placer, Josep. Qué bien que estemos de acuerdo. Un abrazo.
Me ha encantado el post, Maï. Aunque no me dedique directamente a ello, tus recomendaciones me sirven también para mi vida diaria y laboral, en la que muchas veces escribimos desde mails hasta artículos más técnicos de una manera muy poco precisa.
Muchas gracias y zorionak!!
¡Qué bien, Nago! Me alegro por ello.
Un abrazo y a seguir escribiendo.
Hola Mäider,
Genial artículo. No sólo por la valiosa información que contiene sino porque, en mi caso particular, soy un fanático de los juegos de mesa y me ha encantado como has enfocado el tema. :-D
Cada post tuyo que leo aprendo algo nuevo sobre este fascinante mundo del copywriting (que también he descubierto gracias a ti).
Es verdad que en muchos casos utilizamos estas palabras que has comentado (yo el primero) y ahora leyéndote me doy cuenta de todo lo que debo mejorar en los textos de mi web.
Trataré de aplicar estos consejos de ahora en adelante. Antes especialmente creo que cometía el del «galimatías», pero creo que ese ya lo voy superando… :-P
Sigue así con tu blog. Es de los mejores que sigo en la actualidad y de los que leo semanalmente sí o sí.
Saludos.
Qué alegría leerte, Jose Antonio. Cuando has jugado tanto a un juego como Tabú es imposible hablar de palabras prohibidas sin pensar en ese juego. De esta detalle que has destacado puedes extraer una lección para comenzar los artículos en tu blog.
Te agradezco tus palabras y espero seguir enseñándote lecciones nuevas de copywriting. Un abrazo.
Hablando no te das cuenta pero cuando te escuchas o vuelves a leer lo escrito entonces si…. pero cómo es posible que sea tan repetitiva? Parece se todos tenemos palabras fetiche que a las que nos empeñamos en recurrir una y otra vez. Yo lo soluciono, normalmente, tirando del diccionario de sinónimos ¡Qué gran invento!
Respecto a los superlativos… más de lo mismo. Estoy contigo menos superlativos y más motivos, razones de peso.
Feliz semana
Qué razón, Maqui. Además, ¿no te ocurre que te escuchas y solamente te fijas en lo repetitiva que eres?
Viva ese diccionario de sinónimos que tengo todo el día abierto. Es el mejor invento que puede existir.
Tu última frase me ha encantando. Eres la bomba. Un abrazo.
Gracias por tu post Maider, como siempre un placer leerte, ya he corregido palabras tabú en el quienes somos y la página principal de mi web.
Leerte a diario me ayuda mucho a mejorar mi redacción y a darme cuenta de muchas cosas que daba por sentado que hacia bien y no es así.
Gracias, David. Leerte a mí me ha dado un subidón de energía. Saber que puedo ayudar con estos artículos a otras personas es algo bonito. Un abrazo.
Un artículo muy bueno. Mientras lo leía mi mente iba buscando los posibles errores en mi web….Gracias por compartir para que podamos mejorar.
Qué bueno, Adelaida. Gracias a ti, un abrazo.
Hola Maïder
Acabo de leer tu post y concluyo que como siempre, tu vas al grano, sin rodeos, transmitiendo la idea y la esencia de loque quieres comunicar.
Una cosa cierta es que hoy en día tendemos a infra-utilizar el maravilloso idioma que tenemos, tan rico en expresiones, que permite expresar siempre de forma correcta, un mismo contenido, utilizando los recursos que tiene el Castellano.
Estamos bastante condionados por el ambiente periodistico de los medios televisivos, siempre comunicando de forma escueta y comprimida todos los noticiários, por falta de tiempo material en las programaciones… Sí, esa realidad tiene bastante culpa del deterioro y la erosión que sufre nuestro lenguaje cotidiano. La única forma de mantener nuestra habilidad o agilidad, en el uso del idioma, es leer bastante a autores famoso, de nuestra Literatura.
Mi sincera enhorabuena por este post que no tiene desperdicio, y mi agradecimento por compartirlo.
Gracias, Cristóbal. Me alegra saber que el artículo te ha gustado y no puedo estar más de acuerdo con todo lo que dices. Para escribir mejor necesitamos leer más. Esto es fundamental y es algo que debemos inculcar a los más pequeños. Un abrazo y gracias por unirte a la conversación que he inciado.
Con seguridad los «superlativos» son tentadores pero peligrosos. Nos ahorran pensar y creemos que está todo resulto pero lo cierto es se logra el efecto contrario, como lo mencionas: se pierde credibilidad. Hay que superar la pereza creativa y encontrar las palabras justas para que el lector saque sus conclusiones sin que usemos adjetivos para expresarlo.
Saludos
Así es, Gustavo. No nos damos cuenta de lo peligrosos que son hasta que los leemos en alto.
Hasta ahora se invertía poco tiempo en escribir los textos de una página. Por esa razón los superlativos estaban a la orden del día. Son perezosos y poco creíbles en manos de una marca que habla de sí misma. El efecto es totalmente distinto cuando es un cliente el que habla de nosotros con esos superlativos. Gracias por escribir. Un abrazo.
Hola Maider puede ser que haya palabras que espanten a cualquiera que las lea. Tal vez tiene mucho que ver como se utilizan y en qué contexto. Lo que me parece es que esas palabras tienen que ir acompañadas de algo más que les dé credibilidad porque por sí solas no dicen nada. En realidad si eres bueno en algo o quieres transmitir que lo eres es demostrarlo o que alguien que ha sido testigo corrobore que es cierto. Por eso pienso que más que las palabras por sí solas son los recursos que apoyen eso que dices. Porque por decir todos podemos decir lo que queramos, las palabras están ahí para usarlas.
Cómo siempre buen post.
Nos leemos ;)
Silvia Cueto
Hola Silvia,
Yo creo que las palabras dicen mucho por si solas.
Me ha sorprendido tu comentario, viniendo de una profesional del marketing.
Maïder, a mi entender, no esta hablando del «QUE» decimos (de las palabras que usamos), sino del «COMO» lo decimos y como usamos los recursos de nuestro idioma a la hora de comunicarnos.
Todo el mundo es libre de comentar lo que desee, y yo respeto todas las opiniones, pero por tus palabras no se si hemos leido el mismo articulo.
Un saludo,
Gracias, Judit. Quizás Silvia se estaba refiriendo a algún punto del artículo, no lo sé. A mí también me ha costado entender lo que comentaba. Estoy segura de que en algún momento se animará a decirnos más. Un abrazo.
Gracias por tu mensaje, Silvia. Es curioso que hagas este comentario cuando yo estaba hablando de cómo utilizamos estos recursos a la hora de comunicar en nuestros negocios. Estas palabras por si solas comunican demasiada información. O por lo menos así lo veo yo y lo he mostrado en los ejemplos que he escrito para ilustrar cada punto. Un abrazo.
Gracias Maï por todos estos consejos. Un articulo genial, mi favorito hasta la fecha.
Me voy corriendo a repasar mis textos.
Gracias, Judit. Me alegra saber que ha sido uno de tus artículos favoritos.
Como siempre, un placer muy instructivo leerte. Yo añadiría ‘especializado’ cuando se aplica a cosas y no a personas. ¿Piscina especializada, y dónde estudió esta piscina?
Qué bueno, Alfonso. Tienes razón, la palabra «especializada! no debería usarse de esa forma y menos con objetos. Gracias por animarte a ampliar la lista.
Gracias por este fantástico articulo Maïder, ahora toca revisar los textos y poner en practica las recomendaciones que nos das.
Gracias, Miguel. Estoy segura de esa revisión irá viento en popa. Un abrazo.
¡Hola Maïder!
Después de leer tu post debo confesar que en mis textos utilizo más de lo que me gustaría las muletillas, superlativos, adverbios, palabras abstractas y ambiguas que no dicen nada y hasta los imperativos de los que hablaba Irene en otro de los comentarios.
Lo reconozco. Tengo mucho que aprender.
Muchas gracias por tu generosidad. Cada artículo que publicas es un verdadero tesoro.
Un saludo,
Mónica
Gracias, Mónica. El camino más importante ya lo has recorrido. Y lo digo así porque uno no siempre se da cuenta de los errores que comete y los acepta. Sabiendo todo lo que puedes mejorar estoy segura de que tus textos cambiarán radicalmente. Ahora es cuestión de práctica (y de seguir leyendo). Me alegra haberte podido ayudar. Un abrazo.
¡Hola Maider! Encantado de saludarte.
Te felicito por tu artículo.
Muchas veces no somos conscientes (ya sea por las prisas o por falta de concentración) de las veces que utilizamos determinadas palabras «vacías», que en el peor de los casos podemos repetir hasta la saciedad en un mismo texto. Por eso cobra tanta importancia el repaso del mismo, la corrección y la edición.
Siguiendo tus consejos conseguiremos comunicar mejor nuestro mensaje ;) Un abrazo!
Eso seguro, Ernesto. La fase de corrección y edición es la más importante para encontrarnos de frente con este tipo de palabras tabú que sobran en nuestros textos. Un abrazo y gracias.
Gracias Maïder. Hace tiempo que te sigo y ¡cuanta razón tienes!
Gracias, Cristina :)
Excelente Maider, acabo de darme cuenta de la cantidad de palabras tabú que uso con regularidad.
Gracias por la explicación, ahora solo queda corregir muletilla y palabras sin fuerza para conseguir mis objetivos.
Un saludo!
Eso es. Ahora solamente queda mejorar y seguir practicando. Gracias por escribir, un abrazo.
Bueno Maï…
¡Te Estoy Dedicando Un Cuaderno Entero! ;)
Aún sigo dándole vueltas al «Sobre Mí» desde que te escuché en una ponencia (ya te había leído algo sobre el tema en el blog, pero no es lo mismo oírte de viva voz).
Por no hablar de mi primer post (es que aún tengo la web en construcción :S ); que desde que te sigo, a parte de el «qué contar», ahora me preocupa mucho el «cómo hacerlo». Y tanto darle vueltas, veo que no arranco.
No suelo comentar nunca en ningún blog; ni siquiera a los que os sigo de cerca (mal echo, lo sé).
Con esto quiero decirte que no por ello, los que no tenemos ese hábito, estamos menos agradecidos.
Muy al contrario, aprovecho para decirte que ojalá me vaya bien en mi proyecto para poder seguir tu curso completo; y así hablar un poquillo contigo, que también me haría ilusión, jeje.
Un abrazote desde tu vecina Cantabria.
Ese es todo un honor, Zule. Me estoy imaginando todo lo que puede contener ese cuaderno.
Ánimo con ese primer post y lánzate ahora. Nunca estarás preparada, nunca el blog estará tal y como lo quieres pero lánzate antes de que sea tarde. Sé que sois muchos los que leéis cada miércoles pero que no comentáis. Estoy igual de agradecida por veros semana tras semanas. Espero que arranques pronto y disfrutes de una nueva etapa escribiendo. Un abrazo.
Hola Maï, este es un artículo muy muy útil de verdad! Sobretodo para los que como yo nos atrevemos a montar un blog en una lengua que no nos pertenece, y somos más propensos a escribir… barbaridades!!! :D
Te prometo que lo repasaré varias veces, antes de darle al botón publicar!
Gracias por tus palabras, Valentina. Me alegra saber que repasarás este post antes de darle al botón de publicar. Un abrazo fuerte.
Maravilloso post Maïder. Y qué práctico. Voy a hacer una lista ya!.
En mi caso repaso varias veces los textos para no repetirme y usar diferentes palabras, pero no siempre es fácil.
Con lo que no puedo es el uso abusivo del vocablo «cosa» para definir todo ¿No os parece?
Gracias, Bárbara. Me alegra saber que lo repasas todo. He comentado el uso abusivo de «cosa». De hecho, el artículo que lo mencioné ofrecí una lista de palabras que podían sustituir esa palabra. Si quieres puedes echarle un vistazo. Un abrazo.
Muchísimas gracias por este artículo (al igual que con tantos otros), al terminar de leerlo me han entrado ganas de dos cosas:
1) Buscar el Tabú que tengo en mi casa y organizar una partida con los amigos.
2) Revisar todos los artículos que he escrito y que estoy seguro que con las ayuda de tus consejos se pueden mejorar.
Un saludo y enhorabuena por el artículo, te ha quedado _______ «pelota, rueda, canina, naranja» :-P
Gracias, Borja.
Me imagino que en la tercera palabra querías decir «canica» en lugar de «canina», ¿puede ser? Porque en ese caso la palabra sería «redondo». Me ha alegrado ver esa última línea de tu comentario :)
Un abrazo.
Me ha encantado el artículo, lo he guardado como favorito. No conocía este juego tan chulo que jugabas en tu casa, ya hasta he descargado Tabú en el móvil. ;)
A mi me genera mucha desconfianza estas empresas que son mejores en todo y ofrecen lo más revolucionario y requeteguay del mercado… ¡y a un precio inmejorable!
No me queda más que revisar mi web en busca de estas palabras tabú… creo que voy a imprimir una hoja con ellas y pegarla cerca de mi ordenador para tenerlo siempre en mente.
Un abrazo y gracias por compartir tus conocimientos.
Qué bueno, Joana. De niños era nuestro juego favorito y para ampliar vocabulario viene de perlas.
Sobre todas esas empresas que abusan de superlativos no tengo nada más que decir. Verás que con el tiempo modificarán sus discursos. Un abrazo fuerte y gracias por escribir.
Excelente artículo Maider.
Cada semana entregas valor y eso es lo que se aprecia.
Respecto a las palabras tabu, tienes toda la razòn. Debo ir a mi blog a revisar què palabras he estado usando al respecto, y mejorarlas.
Un abrazo.
Gracias, Arnaldo. Me alegra saber que te ha gustado el artículo.
Un abrazo.
Muy buen artículo Maïder
Vamos a tener que revisar algunas webs que tenemos por ahí, eso de los superlativos gusta mucho a los clientes, pero después de leer tus consejos habrá que darle una vuelta a algunos textos.
Gracias por compartir tu experiencia y conocimientos con nosotros. Te escuche en un Podcast de Joan Boluda y ya vi que leyendo tu Blog seguro que aprendiamos un poco más.
Saludos
Jordi
Gracias, Jordi. Me alegra saber que vienes del Podcast de Joan.
Los superlativos nos gustan más de la cuenta. Porque todos estamos enamorados de nuestros negocios, ideas, productos, servicios, filosofía… Y sin quererlo nos sale hablar de nuestro negocio encadenando una serie de superlativos. Entender qué efecto producen estas palabras en nuestros clientes es suficiente para cambiar los textos que comunican quiénes somos, quá hacemos y por qué lo hacemos.
Un abrazo.
Genial el post, Maider. Has descrito a la perfección cómo deberían ser la mayor parte de las notas de prensa que recibo cada día en mi trabajo… «cómo DEBERÍAN ser» ;-)
Qué bueno, Joaquín. Me alegra leerlo. Un abrazo.
¡Magistral artículo Maider! Ahora solo necesito retener toda esta información para aplicarla cuando llegue la hora de ponerse a redactar. ¿Qué tal una plantilla check-list que reúna este tipo de consejos?
Sin duda más de uno la revisaría antes de hacer clic en el botón de publicar :)
¡Un abrazo!
Gracias, Oliver. Quizás en algún momento me anime con esa plantilla, ahora lo veo complicado :)
Un abrazo y gracias por escribir.
Llevas toda la razón, a repasar entradas!!
Ánimo, María Eugenia.
Pues no se si jugué eso de niña :(
Excelente post. Yo desde que te lei lo de «cosas» ahora soy consciente de ello cuando escribo.
Saludos!
Qué bien, Laura. Me alegra leerlo. Un abrazo.
Gracias por aportar tanto valor, estoy en proceso de crear mi página web y me encantan tus consejos, los seguiré al pie de la letra.
Enhorabuena por tan maravilloso trabajo.
Gracias Carmen. Ánimo con el proceso de creación de la página web. Sé que no es fácil pero que también es una etapa emocionante. Un abrazo.
Excelente el tema puesto en la palestra y claramente, no diré esto, ni más, ni muy, sin colocar detalle y realidad al texto. jajaja
Saludos,
Jajajaja! Qué bien, Gonzalo. Sabiendo esto me quedo contenta. Un abrazo.
Hola Maïder
Como todos, creo que me he puesto del color de tu blog :D
Ahora que estoy empezando a montar un blog, me doy cuenta como caigo en el exceso de «a ver», «bueno», «por tanto», «no obstante»… Lo de los adverbios es otra c.. ¡casi! cuestión muy divertida. Recuerdo que cuando escribía de adolescente usaba los -mente muchísimo., como que sonaba todo más rotundo.
En cuanto a los «servicios integrales» y demás. Hace un tiempo, se llevaba mucho de moda usar un lenguaje que sonaba muy técnico y no decía nada. De hecho, recuerdo un cuadro en el que combinabas partes y podías formar frases con sentido gramatical, pero que no decían nada. Muy en la línea del lenguaje político.
A mí también me encantaba el tabú (y el scrabble, y el cifras y letras…) Me apunto lo del «muy» para erradicarlo. No sé si admiten peticiones, pero me encantaría que escribieses un artículo sobre el uso de la coma.
Un saludo y felicidades por el blog!
Cova
Gracias por tu comentario, Cova. Ese tipo de lenguaje ha estado de moda más tiempo del que nos hubiera gustado. Lo técnico, seco y retorcido dicen que sonaba mejor en un ámbito profesional. Así me lo enseñaron en la universidad y como a mí a todos vosotros. Tiempo al tiempo, la comunicación en los negocios está cambiando y a mejor. Un abrazo y gracias por escribir. El post sobre las comas quizás para más adelante. Lo meditaré.
Gracias por tus consejos los tendré en cuenta. Un abrazo.
Genial, Carmen. Para mí será un placer. Un abrazo.
Maïder, inspirador post para seguir luchando por emplear el vocabulario adecuado, tanto al escribir como al hablar.
Yo soy andaluz y como sabes tendemos a economizar en el lenguaje, al menos en el ambito coloquial y familiar jejeje.
Cuando tenemos que hablar o escribir fuera de este ambito, es cuando viene las dificultades, al menos para mi.
Al escribir no hay problema, pero al hablar, amiga mia…, yo me esfuerzo tanto por encontrar las palabras adecuadas, cuando quiero transmitir algo que me importa que se entienda a la perfección y que de una idea clara de lo que quiero transmitir, que a veces tardo una enormidad mientras voy pensando las palabras adecuadas y no repetir en exceso las que ya he dicho.
Enohrabuena y un saludo.
Gracias, Pepe. Me alegra saber que te ha gustado este artículo. Es importante realizar ese esfuerzo que tú ya haces para encontrar las palabras correctas. Un abrazo.
Hola. Un artículo muy interesante.
Debo decir que nadie, nadie, nadie usa superlativos que no sean «mejor», y no sé el motivo. Ahora todo el mundo dice «súper», súper grande, súper lento… Super tontos, me parecen.
¿Y qué me decís del típico «no es x, sino lo siguiente». ¿Lo siguiente de qué? ¿Para qué están los superlativos?
Y como último comentario, expresar mi odio hacia el uso de cardinales como si fuesen ordinales. Es correcto, pero queda muy triste decir «veinticinco aniversario». Al igual que no decimos «cinco piso», sino «quinto piso», deberíamos decir «vigésimo quinto aniversario».
Un saludo.
Gracias por este comentario, Fernando. Tienes razón en todo lo que dices. Viendo los ejemplos que expones estoy segura de que más de uno estará de acuerdo contigo (yo la primera). La expresión «no es x, sino lo siguiente», no tienen ningún sentido y es verdad que la utilizamos más de lo que nos gustaría. Gracias.
Buenos días/tardes
Estupendo articulo. Tomando nota.
Feliz día
abrazo
Juanma
Me alegro, Juan Manuel.
Gracias a ti. Un abrazo.
Gracias a tu blog he aprendido mucho, esta es otra lección que me viene de maravilla. Gracias
Qué alegría, Juan. Gracias por escribirme para contármelo. Un abrazo.
Buenos días Maï,
recuerdo el juego y he de decir que he jugado con la newsletter y Heidi jaja
Respecto a las naranjas, todas son la mejor, porque esa es la realidad, el buen producto valenciano, el sabor es inconfundible, pero si te he de recomendar algunas, la variedad clemenules, que es sensacional ;-)
Tienes razón, repetimos las palabras, no buscamos nuevas, por eso yo echo mano de la página de sinónimos, para que resulte más ameno.
Un saludo pequeña :-*
Gracias, Mariví. Lo sé, vuestras naranjas son riquísimas y por eso seguimos comprándolas desde ahí gracias a Internet. Pero tenemos que aprendar a manejar más lenguaje en nuestros mensajes. Gracias por animarte a escribir. Te mando un fuerte abrazo.
Muy buen post!, dan ganas de revisar todo lo que he escrito, ademas creo que la técnica de grabarse a uno mismo es algo muy revelador porque todo esto de las muletillas lo hacemos inconscientemente y pues llega un tiempo en el que ya se hace normal, mejor corregir a tiempo y mejorar, saludos!
La técnica de grabarse es importante. A muchos les parece una tontería pero luego alucinan cuando se escuchan en las grabaciones. Gracias, Javier.
Hola Maïder,
Suelo leerte cada semana y la verdad es que todo lo que aprendo con tus artículos (y tus entrevistas, cursos….) es siempre muy útil. Me voy anotando algunos de tus consejos para que no se me olviden y ya me he hecho un listado con las palabras tabú para evitar usarlas en mis artículos.
¡Un abrazo!
Qué bien suena todo lo que me cuentas, Tònia. Me alegra mucho leerte y poder ayudarte. Un abrazo.
Me ha gustado tu post Maider, gracias. Cuántas expresiones tengo que mejorar y cuántas utilizamos para no decir nada o para que no se nos entienda nada, que es más peligroso!!
Un saluddo, ;-))
Suele pasar, Pedro. Este tipo de artículos vienen bien para darnos ese toque de atención. Me alegra haberte podido ayudar. Un abrazo.
Excelente artículo, me he sentido identificado en algunas ocasiones con el uso inadecuado de algunas palabras.
Tengo reuniones a diario con clientes en la agencia de publicidad que gestiono y me ha servido mucho lo que dices.
Saludos y enhorabuena por tus artículos son muy interesantes.
Qué importante el uso correcto de las palabras y redacciones de texto para llegar mejor a los posible clientes. Gracias por el artículo
Gracias por tu comentario. Poco a poco la palabra va retomando su importancia, muchas veces olvidada en este mundo digital tan visual. Un abrazo.