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El poder de la repetición o cómo escribir textos más pegadizos que el «tra, tra» de Rosalía

La repetición es la estrategia persuasiva por excelencia.

Fíjate el efecto que tiene sobre ti una canción que se repite una y otra vez en la radio.

Puede que no te guste y que no conozcas al cantante, pero la tarareas a todas horas. Y, sin saber muy bien cómo, acabas pensando que es hasta buena.

¿Qué vas a encontrar en este post?

El efecto de la repetición puede ser impactante…

Crea familiaridad, y eso nos gusta. Por eso, cuando vamos al supermercado, compramos antes un producto de una marca de toda la vida, aunque nunca lo hayamos probado, que el de una marca que no conocemos.

¿O me lo vas a negar?

Este es el poder de la repetición. Y tú también puedes aplicarlo en tu página web para ser más persuasivo.

La repetición te ayuda a dejar clara la idea principal de un texto a tus lectores. Y, de esta manera, que así recuerden lo que te a ti te interesa que recuerden.

Parafrasear es la clave del principio de repetición

Ya me imagino lo que estás pensando ahora mismo…

«Maïder, no quiero repetirme más que el ajo».

Claro, te entiendo. Pero yo a lo que me refiero no es a escribir lo mismo veinte veces, sino a hacer hincapié en la misma idea de otras formas sin enrollarte de más.

O sea, emplear otras palabras para decir lo mismo: parafrasear.

Esta es una estrategia que funciona siempre que el mensaje sea claro.

Repetir en algunas páginas de tu web el beneficio principal de tu producto o servicio, así como tu propuesta de valor, es una forma de persuadir.

 

Por ejemplo, después de escribir un título que enganche, en los artículos de tu blog puedes multiplicar el impacto de ese título repitiendo la misma idea en los subtítulos, pero, ojo, con otras palabras.

Si el título quiere despertar la curiosidad, el subtítulo tiene que reforzar esas ganas de saber más de la persona que te lee.

Y como el principio de repetición también es aplicable a los textos de tu web, te pongo el ejemplo de una página principal. Esta es la cabecera de la página de inicio de mi querida Gemma Fillol:

Mira cómo refuerza su propuesta única de valor:

Título: «Marketing emocional para crear una marca rentable».

Subtítulo: «Descubre el poder del marketing emocional y adopta estrategias comunicativas para cautivar, inspirar e impactar. Destapa tu magia».

Repite conceptos de manera creativa gracias a las metáforas

Otra estrategia que puedes utilizar para repetir una idea sin decir lo mismo son las metáforas.

Las metáforas para el lector son lo mismo que los colores para un pintor, ya que permiten dibujar en la mente de quien te lee una imagen concreta de lo que quieres decir.

De esta forma, el lector asume que es cierto lo que dices de tu producto o servicio simplemente porque la conclusión a la que llega con la metáfora que has usado es que es cierta.

Por ejemplo: «Be water, my friend» o «El acero del vidrio», una imagen de Duralex.

Las personas entendemos mejor las imágenes concretas que las ideas abstractas. Y, cuando conectamos con una idea concreta, es más fácil que esta se fije en la memoria.

La repetición también consigue que tus textos enganchen, porque mejora el ritmo de lo que escribes.

¿Qué pasa cuando abres el artículo de un blog y solo ves frases y frases, un texto que no hay por dónde cogerlo? Pues que cierras la pestaña.

La repetición inyecta ritmo a tus textos.

Principio de repetición ritmo

Esto es lo que sucede si inyectas ritmo a tus textos: escribes música.

 

Recrea esa sensación de música en tus textos

Existen varias figuras retóricas de repetición que pueden ayudarte a conseguir que tus clientes lean lo que tanto tiempo te ha llevado escribir, así como a ser más persuasivo.

Pero, más que su nombre, quiero que recuerdes los ejemplos. Fíjate en cómo se utilizan como recursos de copywriting para que lo que escribes sea adictivo.

La anáfora

La anáfora es, en esencia, repetir la misma palabra o grupo de palabras o en una frase.

Por ejemplo:

¿Ves el ritmo que tiene este eslogan de Iberdrola, verdad?

La anáfora en eslóganes o taglines no solo es un elemento estético, sino que favorece la comprensión de lo que haces o lo que vendes. Y esto te permite que te recuerden mejor.

La catáfora

La catáfora es lo mismo que la anáfora, solo que en este caso los pronombres o adverbios hacen referencia a algo que va a ser nombrado a continuación. Son muy útiles para despertar la curiosidad en titulares y conseguir que la persona siga leyendo.

De hecho, es un recurso que funciona fenomenal en los asuntos de correo, porque resulta sugerente y capta la atención del lector, que clica queriendo saber más.

Mira estos ejemplos:

  • «Así contaba yo las ventajas de trabajar mi estilo personal».
  • «Si tus blusas son demasiado holgadas, prueba a hacer esto».
  • «Este es el significado de imagen personal en internet».

La epífora

Consiste en repetir una misma palabra al final de varias frases consecutivas. Fíjate en el impacto que tiene en estos textos, que perfectamente podrían formar parte de un anuncio:

  • «Para venderte en internet usas las palabras. Si quieres invertir en publicidad, tus anuncios llevan palabras. ¿Una campaña de e-mail marketing? Necesitas palabras».
  • Este es de Nestlé: «Todo bombón y nada más que bombón».

La anadiplosis

Aquí tienes que repetir una palabra o grupo de palabras al final de una frase y al comienzo de la siguiente.

Puedes utilizar esta figura para que tus textos suenen más fluidos y se lean más fácilmente, por ejemplo:

  • «Leer. Leer es lo primero que tienes que hacer para ser un copy de primer nivel».

El paralelismo

Esta figura consiste en repetir alguna palabra o grupo de palabras en dos frases seguidas, de tal modo que queden simétricas (o paralelas, de ahí su nombre).

Este recurso es muy utilizado para crear un eslogan o un tagline:

«Tómate un respiro. Tómate un Kit Kat».

La aliteración

Esta figura tiene más que ver con la fonética de una palabra o de una frase, con cómo suena.

Consiste en la repetición de los mismos sonidos o fonemas en varias palabras que están cerca unas de otras.

Por ejemplo:

  • ¿Quién no recuerda el famoso «Mi mamá me mima» de los cuadernillos Rubio?
  • «Solares solo sabe a agua».
  • «Viva la vida con Pepsi».

La figura de repetición que arruinará tus textos si no la localizas a tiempo

Ojo, porque aquí hay un fenómeno similar que se produce durante el proceso de escritura y que debes evitar, a no ser que lo emplees de manera intencional: la cacofonía.

Consiste en la repetición de sílabas o de palabras similares que no suenan bien en la misma frase.

El resultado es que distrae al lector, pues este toma conciencia de que está leyendo. Y eso es lo último que queremos conseguir.

Por eso es tan importante que leas en voz alta tus textos en la fase de edición, ya que será lo que te permita detectar que algo chirría. Evitarlo a veces es tan sencillo como buscar un sinónimo o cambiar la palabra a plural.

El error más habitual es incluir varios adverbios terminados en -mente, o varias palabras con el sufijo -ción en la misma frase.

Te pongo algunos ejemplos, sobre todo para que veas la diferencia con la aliteración:

  • «Afortunadamente, viajo en clase preferente».
  • «Evita las cacofonías, si no tienen intención, en la fase de edición».

Las personas aprendemos por repetición

Lo que suena bien se fija mejor en nuestra memoria.

Espero que estos ejemplos te hayan dado ideas para tus textos.

Recuerda que las personas, en la mayoría de aspectos de nuestra vida, aprendemos por repetición. Por eso funciona tan bien esta estrategia para fijar una idea en la mente de quien nos lee.

El objetivo siempre es llegar antes que la competencia a la patata de nuestros clientes.