Conseguir unos textos que atraigan, conviertan y vendan no debería ser confuso ni difícil.

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Los ingredientes para lograr que tu escritura sea más personal, memorable y que, además, enganche

El reto de este post es que aprendas a dibujar con palabras.

Porque si el objetivo de cada texto es emocionar y diferenciarte, aplicar este recurso de copywriting es lo que va a conseguir que tus lectores conecten con lo que les estás contando.

Y que tus textos sean más PERSONALES.

Con estos ingredientes estarás trabajando la asociación de cada palabra con una imagen, y en la cabeza del lector cada idea irá despertando sensaciones: esto es lo que hace que un texto sea memorable.

Si lo consigues, habrás hecho saltar esa chispa que se necesita para recordar algo. Así que déjame que te cuente con pelos y señales cómo generar imágenes mentales utilizando metáforas y asociaciones forzadas. Practica estos dos recursos para que tus textos cobren vida, se iluminen como las ciudades al anochecer o se llenen de color como los prados en primavera.

Ves ya por dónde voy, ¿verdad?

¿Qué vas a encontrar en este post?

Lo primero que necesitas aprender para que todo cobre sentido es qué son las imágenes mentales.

El poder de las imágenes mentales

Las imágenes mentales son representaciones cerebrales que todos nos hacemos a partir de una idea. Aunque son subjetivas y cada persona interpreta a su manera lo que escucha, existen patrones culturales que compartimos y con los que ahora podemos jugar.

  • Por ejemplo, cuando decimos «dientes como perlas» lo que expresamos a través del lenguaje sensorial es que son blancos y brillantes. ¿A que te has imaginado una boca cuidada y bonita?
  • O, por ejemplo, si te digo «ojos color Coca-Cola», tu mente recordará el color de la bebida, y eso funciona mucho mejor que decir, simplemente, «ojos marrones».

 

Al igual que ocurre cuando lees un libro, tus propias experiencias pueden conseguir que tu lector se meta de lleno en la historia. Los recursos del autor son los que nos llevan de la mano para que percibamos la historia como él quiere.

¿Podrías contar una historia a partir de los elementos de esta imagen?

Esto es lo que proponían desde Social Mood en una publicación en su perfil de Instagram con el objetivo de seleccionar copys para su negocio.

El resultado: un maravilloso ejercicio de escritura libre y decenas de comentarios, cada uno con un hilo conductor distinto.

Porque cada persona le dará su propio enfoque, y eso es lo que consigue que este recurso sea personal, memorable y que, además, enganche.

Ocurre lo mismo con las canciones: todos tarareamos al mismo son las estrofas, pero cada uno las vive de una manera muy personal.

Y es que las canciones están plagadas de metáforas. De esta forma avivan nuestras emociones y conectan con los sentimientos más profundos.

Tanto que, si una canción te llega de pleno a la patata, agarras el micrófono y, sin pensártelo dos veces, te conviertes una noche en el rey del karaoke mientras la cantas a todo pulmón.

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Te animo a que revises también este post donde encontrarás 3 formas de trabajar las metáforas que te ayudarán a mejorar el copywriting de tu web.

Y eso es lo que puedes conseguir tú si empiezas a introducir este recurso en tus textos.

Decirlo parece más fácil que hacerlo, pero enseguida verás que en tu día a día ya utilizas este recurso de manera natural.

Estás más familiarizado con ello de lo que piensas, pero te voy a dar un par de consejos extra para que te queden redondas.

Las metáforas y las asociaciones forzadas: dos caras de una misma moneda

La manera más sencilla de introducir metáforas es a partir de comparaciones. El truco es eliminar la palabra «como» para que los dos conceptos encajen a la perfección y creen nuevas realidades.

Las metáforas crean una conexión inmediata entre dos elementos, pues relacionan dos términos que tienen en común alguna cualidad.

 

El enorme poder de las metáforas y las comparaciones es que te permiten instalar una idea en la mente de quien te lee o escucha.

Entendemos y recordamos mejor las imágenes concretas que las ideas abstractas.

Cuando tu audiencia puede ver, sentir, casi saborear, oír y oler lo que tú le transmites, es más fácil que conecte con tu mensaje y lo recuerde siempre.

  • Por ejemplo, si te digo que la vida es un carnaval, te imaginarás momentos buenos y de alegría. Y seguramente conectes con esa emoción.
  • En cambio, si te digo que siempre empiezas la casa por el tejado, entenderás que a lo que me refiero es a que te estás adelantando a algo y que quieres correr demasiado.

¿Y qué pasa si unimos dos conceptos que a priori no tienen nada en común? Que el factor sorpresa captará de inmediato la atención de tu interlocutor.

En ocasiones, para que funcione, en vez de utilizar un rasgo o una característica en común, el hilo conductor surge de la relación con otra realidad.

Las asociaciones forzadas en contraposición tratan de relacionar dos o más elementos que aparentemente no tienen nada que ver.

 

La idea es que utilices palabras que describan realidades que no estén relacionadas con el problema o la necesidad que resuelves e intentes forzar un texto en el que conectes lo que haces con esas palabras.

¿Qué tienen que ver el copywriting y un cruasán?

Yo también he puesto en práctica la asociación forzada en mis textos de e-mail marketing.

Hace meses me di cuenta de que mis suscriptores (que apenas habían oído hablar nunca sobre copywriting) tenían que entender que detrás de la escritura persuasiva hay un método concreto que se aprende.

Es una idea abstracta que necesito que entiendan rápido. ¿Sabes qué hice y funcionó de maravilla?

Les envié un correo donde explicaba que el copy es como la receta de un cruasán.

El secreto de que sea sabroso y crujiente está en el hojaldre, y para que esté en su punto no queda más remedio que seguir la receta paso por paso, sin saltarse ninguno. Igual que el copy.

Funciona porque:

✔ Es inesperado y sorprende.

✔ Es una idea simple que todos entendemos.

✔ Hace concretas las ideas abstractas.

Aquí tienes un extracto del correo para que veas en un ejemplo real de cómo he trabajado la asociación forzada.

Escoge palabras sensoriales

El lenguaje sensorial es la clave para que este recurso funcione.

Aquí la elección de las palabras exactas es la que permite que se entienda rápido el sentimiento concreto que quieres transmitir, que genere una idea definida en la mente de tu lector y que esa idea se fije en el recuerdo.

Si están bien escogidos, los adjetivos sensoriales nos ayudan a transmitir esas sensaciones que queremos que el cliente se imagine cuando escribimos.

Y la fase de edición es sustancial para trabajar las imágenes mentales, tanto si son metáforas como asociaciones forzadas.

Solo tenemos que seguir cuestionándonos en la revisión del texto si cada adjetivo nos ayuda o juega en nuestra contra.

Y tener siempre presente que los que nos mueven a la acción son los verbos.

Un adjetivo sensorial bien escogido generará deseo y una imagen mental. Después necesitaremos que los verbos transformen ese deseo en acción.

Utiliza metáforas para que tu escritura sea más personal

¿Has identificado ya todas las metáforas que he utilizado a lo largo del texto? Desde «dibujar con palabras» a llamar «patata» al corazón.

Revísalo porque verás que coinciden con las secciones del post que tienen mayor ritmo.

Es el momento de que te pongas manos a la obra. Verás que, una vez que le pilles el truco a las asociaciones forzadas, estas no tendrán secretos para ti.

Es cuestión de práctica. Aunque en ocasiones solo es cuestión de ponerse a prueba.

Cómo escribir un correo con asociación forzada en 20 minutos y que resulte así de memorable

Te quiero enseñar un ejemplo del que estoy muy orgullosa. Y no, no es mío.

Es de Alicia Junquera, una alumna del Máster de Copywriting, y lo redactó en tan solo 20 minutos. De hecho, verás que no está terminado ni editado, está tal cual surgió en la sesión presencial que tuvimos en Bilbao a finales de 2018.

El reto era escribir un correo de venta relacionándolo con las palabras que surgían al azar. En su caso esas palabras fueron paraguas y globo.

Léelo porque no tiene desperdicio.

Presta atención a las palabras sensoriales que ha elegido Alicia y cómo estas te transportan al cielo para ver la ciudad teñida de colores, desde lo alto, en un particular viaje en globo.

Empieza a practicar con este ejercicio

Te propongo el mismo ejercicio que a los alumnos del máster:

  • Elige dos palabras, las primeras que te vengan a la cabeza. Por ejemplo, un animal y un objeto de tu vida cotidiana que tu público conozca.
  • Piensa qué rasgos tienen en común esos conceptos y qué los diferencia del concepto que elijas de tu negocio, lo que quieres que todos entiendan.
  • Escribe en media hora un correo de venta en el que el hilo conductor sea una historia utilizando esos términos.

Después, sorpréndeme en los comentarios: cuéntame qué tal ha resultado la experiencia.

Verás que se trata de un ejercicio de escritura libre estupendo y un recurso genial para sonar más personal. Este es el valor de las metáforas y las asociaciones forzadas.

Al mismo tiempo conseguirás enganchar a tu público a través de tu manera de contar las historias con este tipo de imágenes mentales, y así podrás posicionarte como una marca diferente.