Conseguir unos textos que atraigan, conviertan y vendan no debería ser confuso ni difícil.

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Una técnica para dejar de sufrir cada vez que te enfrentas a una página en blanco

página en blanco copywriting

Descubre como enfrentarte a la página en blanco.

¿Tú también lo dejas todo para el último momento?

En el instituto tuve un profesor de Lengua y literatura, Pablo, que solía decirnos que lo ideal el día de antes de un examen era no tocar un libro. Nos recomendaba dedicar ese día a otras cosas para así llegar más relajados y con la mente más fresca al examen.

Debo reconocer que nunca llevé a la práctica sus consejos, era de las que solía dejarlo todo para última hora.

Incluso ahora, con la web, confieso que muchas veces también he dejado la tarea de preparar el contenido para los últimos momentos.

Y, si he de ser sincera, no me siento especialmente orgullosa de ello. Los quebraderos de cabeza que me daba y la presión que sentía al trabajar con tan poco margen de tiempo hacía que no mereciese la pena y que no disfrutase tanto del proceso.

Cuando más cómoda me he sentido y me siento es cuando he decidido ocuparme de los contenidos con más antelación.

Cada persona es un mundo y puede que tú trabajes bien organizándote días antes. Si te resulta eficaz para crear buen contenido y puedes mantener ese sistema a largo plazo estupendo. Al fin y al cabo se trata de que encuentres el sistema de trabajo que mejor se adapte a ti y te mantenga motivado.

Pero si escribir tus posts sobre la marcha se convierte en una experiencia frustrante y caótica, tal vez deberías replantearte la idea de tener un plan de contenidos para tu web.

Aún estás a tiempo.

Crea un calendario editorial y elimina los «¿qué publico la próxima semana?»

calendario-copywritingDefinir un calendario editorial no solo te va a ayudar a liberarte de esa tensión de tener que generar y desarrollar con urgencia una idea nueva, sino que además te va a permitir visualizar con mayor perspectiva la trayectoria que sigue tu proyecto.

Podrás anticiparte más fácilmente a las necesidades o imprevistos que puedan ir surgiendo y definir con más claridad los temas que quieras tratar.

Lo primero que debes tener claro a la hora de definir tu calendario editorial es el objetivo principal de tu web, para qué publicas contenido de forma regular.

  • ¿Quieres posicionarte como un experto en tu sector?
  • ¿Pretendes ofrecer información de valor para un público muy concreto?

Tener esto claro te ayudará a enfocarte en esa dirección a la hora de escribir y a no desperdiciar tu tiempo y tu energía en algo que pueda no ser tan relevante ni para ti ni para tu público objetivo.

A partir de ahí, piensa qué tipo de contenido puede ayudarte a conseguir ese objetivo.

Por ejemplo:

  • Estudios de caso que muestren tu experiencia con clientes o potenciales clientes.
  • Consejos sobre cómo optimizar un sistema de trabajo.
  • Dar soluciones a problemas concretos que tiene tu audiencia (mi favorito).
  • Compartir temas interesantes, útiles, entretenidos o inspiradores.
  • Realizar entrevistas con personas relevantes de tu sector.

Una vez decidas a qué temáticas quieres dar más importancia define la periodicidad con la que deseas publicar ese contenido.

Tanto para una cosa como para la otra, presta atención a la respuesta de tus lectores para poder hacerte una idea de qué tipo de mensajes son los que tienen mayor impacto o les generan más interés.

Hay varias herramientas que están genial y que harán más sencilla la tarea de organizarte, como CoSchedule, Trello o Google Drive. 

Sí, si todo esto está muy bien, pero es que yo soy más de improvisar

Esto de planificar parece que no nos viene de serie y por lo general somos muy dados a buscar excusas para no tener que hacerlo.

Vamos a echar un vistazo a algunas de las objeciones más frecuentes cuando hablamos de organizarnos a medio y largo plazo.

1. Prefiero escribir cuando me viene la inspiración

El problema es que a veces puede venir a las 3 de la madrugada, o en mitad de una reunión, o mientras paseas con tu pareja. Vamos, que no eres tú quien decide cuándo sucede. Y a veces, cuando ocurre, no hay tiempo ni lugar para darle rienda suelta.

En otras ocasiones sí llega en un buen momento y sería absurdo no aprovecharlo.

Pero por lo general no es una buena idea dejar la creación de los contenidos a merced de nuestros arrebatos divinos, especialmente si contamos con un pequeño margen de maniobra.

Esto no quiere decir que en un momento determinado no puedas priorizar aquello que se te acaba de ocurrir o modificar el rumbo. Precisamente si cuentas con un plan b podrás contar con más espacio para la improvisación sin la presión de que sea esta la que deba sacar las castañas del fuego.

2. Si planifico un post a tanto tiempo tal vez para entonces ya no tenga sentido

“Puede que dentro de un mes ya no esté de moda o no tenga sentido publicar lo que había pensado para entonces.”

Efectivamente. Nunca podremos anticiparnos a las circunstancias que reinarán en un determinado periodo de tiempo.

Sin embargo, el hecho de planificar el contenido de tu página web te permitirá ser flexible cuando sea necesario.

Pueden ocurrir dos cosas:

  • que tengas que incorporar algunos detalles o que tengas que modificar algunas partes de la idea general de ese contenido para adaptarlo al nuevo contexto.
  • que esa idea ya no tenga cabida.

En este último caso, puedes crear una carpeta de “temas reserva”, por ejemplo, a la que puedas recurrir si ya no fuese apropiado publicar el contenido que habías pensado.

De lo que se trata es de que cuentes con distintas herramientas que te permitan anticiparte a posibles contratiempos que pudieran surgir para que no te pillen en bragas.

3. Un contenido recién creado siempre va a ser más fresco

Dependerá de nosotros que nuestro texto sea fresco o no. La espontaneidad en un texto es algo que se puede trabajar, independientemente de que se trate de un texto recién salido del horno o no.

Pero al margen de esto, publicar un contenido al poco tiempo de haberlo redactado puede ser contraproducente. Por varios motivos:

  • Después de varias horas de escritura tu vista estará cansada y te será más difícil detectar incongruencias en el texto o faltas de ortografía.
  • Puede que te hayas precipitado a la hora de hacer determinados comentarios que hubieses preferido eludir de haber podido repasar el texto con más calma.

A veces viene bien dejar que el contenido repose durante unos días. Es algo que yo hago con frecuencia con los servicios de copywriting para clientes.

Cuando revisas un texto al cabo de un tiempo ves cosas que no has podido ver antes porque estabas cansado, porque llevabas dos horas escribiendo o porque contabas con la presión extra de que el artículo tenía que estar listo para mañana.

Por otra parte, cuando sabes sobre qué quieres escribir y lo abordas con tiempo te será más fácil investigar y encontrar mejores ideas a desarrollar.

Es hora de dejar las excusas y empezar a planificar tu contenido

Define tu estrategia de contenido para las próximas semanas, para los próximos meses o para todo el año. Abre el cuaderno o crea un excel y escribe una batería de títulos para los próximos contenidos.

Olvídate de una vez por todas de comerte la cabeza o de sentir ansiedad cada vez que te enfrentas a una página en blanco.

¿Cuál es la técnica que empleas tú para esos momentos de bloqueo?