Conseguir unos textos que atraigan, conviertan y vendan no debería ser confuso ni difícil.

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¿Un copywriter nace o se hace?

Parece que nuestro objetivo es conseguir resultados inmediatos. Queremos todo rápido y ya. Pero dominar una habilidad requiere de práctica.

¿Te imaginas preparar un plato de comida sin saber cocinar y sin tener los ingredientes a mano? Está claro que sería muy difícil, por no decir imposible.

Pues con la escritura persuasiva pasa lo mismo.

Por eso, cuando alguien me pregunta si «copywriter se hace o se nace» tengo muy clara la respuesta: el arte de escribir para vender se trata de practicar una y otra vez y de desarrollar ciertas cualidades.

 

Y en el artículo de hoy voy a hablarte de las tres principales.

 

 

Mantén activa tu curiosidad

 

Para investigar y hacer preguntas que te permitan entrar en la mente de tu cliente y comprenderlo necesitas ser una persona curiosa.

Esto te abre muchos horizontes:

  • podrás llegar a nuevas ideas,
  • verás posibilidades donde otros ven el final de la carretera
  • y alimentarás tu ambición por aprender.

Y, para lograrlo, tan solo necesitas estar dispuesto a ello. ¿Cómo?

 

Cuestiónalo todo

 

Este es uno de mis ejercicios favoritos porque nos ayuda a reconciliarnos con una parte de nuestra niñez de la que nos desprendemos demasiado rápido.

El ejercicio es sencillo: pregúntate el por qué de todo. Porque cuantas más cosas te preguntes, más cosas descubrirás. Y eso es fundamental si quieres convertirte en un copywriter profesional y vivir de la escritura persuasiva.

Estamos rodeados de afirmaciones que damos por sentadas casi sin titubear: esto se hace así, esto se dice asá y esto no se puede tocar.

Así que, a partir de ahora ya sabes, la guinda del pastel es añadir un «¿por qué?».

Creéme: incluso lo más obvio puede sorprenderte y llevarte a nuevas ideas.

 

Evita la rutina

 

Hacer lo mismo todos los días puede llevarte a caer en uno de los agujeros más peligrosos que existen para una mente creativa: pasar a pilotar tu vida en modo automático.

Y no, no se trata de viajar a un nuevo destino cada mes para evitarlo.

Sino de aprender a ser tolerante en los gestos más cotidianos: desde variar la ruta que escoges cada día para ir a trabajar hasta modificar tu menú semanal añadiendo ingredientes que no comes habitualmente.

Porque la flexibilidad, en la rutina de un copy profesional, es primordial para descubrir cosas nuevas por las que interesarnos.

 

Pon interés en cada cosa que hagas

 

Volvamos a la niñez: ¿recuerdas cuando los pasos de cebra se convertían en pasarelas donde sólo podías cruzar pisando las líneas blancas?

Se trataba de un reto inocente pero de lo más estimulante, ¿no crees?

Tal y como yo lo veo, tienes dos opciones:

  • puedes mostrar indiferencia por lo que te rodea
  • o puedes avivar el entusiasmo y disfrutar de cada tarea.


Si te quedas con la segunda lograrás encontrar el lado interesante a todo lo que haces, retarte a ti mismo y superarte cada día.

 

Desarrolla la empatía

 

Solo puedes ofrecer un producto o servicio de forma correcta cuando te pones en la piel de la persona que lo necesita. Es decir, siendo empático.

Si este no es tu fuerte, no temas, hay dos ejercicios que puedes practicar para adquirir, desarrollar y perfeccionar esta habilidad.

Toma nota:

  • Practica la escucha activa: en serio, presta atención y muestra interés en cada una de las opiniones, comentarios y dudas que recibas. La clave está en querer entender al otro sin intención de aconsejar o dar tu punto de vista.
  • Evita los prejuicios: enfócate en comprender en lugar de juzgar.  Inconscientemente tendemos a relativizar los problemas de los demás. Por eso, en cada conversación olvídate de los «yo creo» o «yo pienso». Tu cliente no necesita una conclusión, sino una solución premeditada que tenga en cuenta sus intereses.

¿Ya te haces una idea de si un copywriter nace o se hace? Pasemos al tercer consejo que quiero compartir contigo.

 

Apuesta por la proactividad

 

¿Descubrir o esperar a que te lo cuenten?

Si no buscas información de forma activa puede que se te escapen algunas de las tendencias, cambios y noticias más importantes del día.

Y eso significa que no vas a poder adaptar tus textos a todas esas novedades.

En copywriting (y en cualquier otra disciplina) estar actualizado te permite dar un valor diferencial a tu trabajo y, por eso, es importante que incluyas estos hábitos en tu día a día:

  • Fórmate constantemente: desde certificaciones homologadas hasta cursos intensivos o talleres de un solo día. El mundo cambia a una velocidad vertiginosa.
  • Crea un calendario de eventos: rastrea los acontecimientos más importantes sobre tu nicho e intenta asistir presencialmente o vía online a todos ellos. Esto también incluye seguir hashtags en Twitter o participar en grupos de Facebook.
  • Activa alertas por palabras clave en tu correo electrónico: podrás acceder a toda esa información de una manera cómoda y sencilla (Google Alerts es perfecto para ello).
  • Suscríbete a canales de referencia: correos electrónicos, blogs o canales de YouTube pueden ser una mina de información e inspiración de gran valor.

 

Una vez que empieces a poner en práctica estas habilidades, notarás cómo poco a poco encuentras tu estilo de escritura y consigues que te escuche un número cada vez mayor de personas.

Como ves, un copywriter se hace. Solo necesitas practicar una y otra vez para dominar el arte de escribir para vender y convertirte en un copywriter profesional.

¿Tienes dudas? Déjalas en los comentarios para que pueda ayudarte a resolverlas.