Todos hemos sentido en algún momento que no merecemos el éxito o los logros que vamos obteniendo.
Creemos que aquello que hemos conseguido ha sido gracias a golpes de buena suerte. Pensamos con frecuencia que otra persona lo haría mucho mejor que nosotros, que somos un fraude, que no merecemos las cosas buenas que alcanzamos o las palabras de halago que recibimos…
¿Qué vas a encontrar en este post?
Estos sentimientos autodestructivos y que generan, además, una gran ansiedad, se conocen como “el síndrome del impostor”, y 7 de cada 10 personas lo han sufrido o lo padecerán alguna vez en su vida.
El síndrome del impostor paraliza. Bloquea. Hace que quien lo padece se sienta constantemente a prueba y sienta pánico y miedo de no estar a la altura, de no cumplir las expectativas, de no ser tan capaz como todos creen, de ser un impostor, de ser un fraude.
¿Te has sentido tú alguna vez así?
Incluso cuando las cosas han salido redondas y es momento de ser feliz y celebrarlo, quizás, en lugar de ser consciente de que el éxito se debe a tu gran labor o trabajo, has atribuido todo lo bueno que te ha ocurrido al azar y a la suerte.
Muchas veces somos nosotros mismos los que duramente infravaloramos nuestros logros, pero otras veces hay personas que, quizás celosas de nuestro éxito, lo atribuyan todo a la suerte.
El síndrome del impostor puede aparecer en cualquier momento o aspecto de tu vida personal o profesional, y es típico de personas que suelen ser muy exigentes consigo mismas.
Yo soy una de ellas y también he sufrido en algunas etapas de mi vida profesional este síndrome.
Además, a lo largo de estos años como copywriter he conocido a bastantes clientes que sentían también que no estaban a la altura o no creían que eran capaces de escribir algo bueno y que mereciera la pena ser leído.
El síndrome del impostor afecta a los textos que escribes
Sin que te des cuenta hace que tus contenidos generen dudas, estén plagados de incoherencias o mensajes contradictorios. Tus palabras dejan al descubierto la gran inseguridad que sientes a la hora de redactarlos.
Si te sientes como un fraude o un impostor se va a notar en tu escritura, al igual que se notaría lo contrario, un exceso de confianza, y tacharían tus textos de “sobrados” y pedantes.
Por eso hoy quiero darte 4 consejos para que recuperes la seguridad al escribir. Que seas capaz de hablar con rotundidad, pero sin sentar cátedra, y con la confianza de que aquello que escribes es de calidad; siempre desde la humildad.
Los 4 consejos para que recuperes la seguridad y la confianza a la hora de escribir
-
Acepta que no sabes sobre todo
Es el primer paso para reducir la ansiedad cuando te pones delante de un teclado o de una hoja en blanco.
Eres experto en un tema, y aunque cada día aprendes algo nuevo: eres experto en ese tema.
Sobre ese asunto, puedes hablar con pasión durante horas, pero no pasa nada si no sabes sobre otros temas similares o complementarios, puede que no sean relevantes para tu vida o negocio… y te lo repito: no pasa nada.
O bien tienes que escribir sobre un tema nuevo en tu blog que ahora mismo está en boca de todos y del que no tienes mucha información. En ese caso, ponte en contacto con expertos que puedan aportar su granito de arena en este nuevo artículo. Es algo que trabajé mucho en mis inicios cuando me tocaba escribir un post de calidad sobre un tema que no controlaba.
Pide ayuda cuando sea necesario, y acepta que no lo sabes todo.
-
Ofrece valor constante
Comparte tus conocimientos, ofrece aquello que sólo tú puedes dar, porque eres único, y siempre hay algo que sólo tú puedes dar.
Si por ejemplo tienes un blog, piensa en aquello que puede interesar a tu audiencia y dáselo.
Ofréceles contenido de valor, útil, que merezca la pena ser leído y que les sirva para algo. Trabaja tus posts, los temas que vas a tratar, los enfoques, para que el resultado sea novedoso y de calidad.
Cuando ofreces valor constante a tu audiencia, ella lo valora muy positivamente y eso repercutirá en la percepción que tiene de ti, y la que finalmente tú mismo tienes sobre tu persona.
-
No te compares con nadie
Y menos con tu competencia. La competencia está para observarla, para aprender de ella y de sus errores, para inspirarse… pero nunca, nunca, nunca, para compararse o copiarla.
Conocerás ese dicho que reza “las comparaciones son odiosas”, y personalmente, considero que no puede ser más cierto.
Si tienes tendencia a padecer el síndrome del impostor, estoy segura de que tus comparaciones dejan por los suelos a tu propia marca o a tu persona. No leas demasiado lo que ellos escriben, porque, sin quererlo, “te afectará” y condicionará tu contenido y tu actitud.
No seas tan duro contigo mismo. No tengo dudas de que lo estás haciendo muy bien.
Por eso, cuando decidas ponerte a escribir un texto, olvídate de la competencia. Piensa en ti, en tu marca y en lo que quieres transmitir. Y sobre todo, y lo más importante, recuerda por qué escribes.
-
Convéncete de que todo va bien
Porque todo va bien. Y si aún no va todo lo bien que quieres, finge que así es, que eres un buen profesional y que sabes de lo que hablas, porque al final es eso lo que transmitirás a la otra persona.
Si tú te lo crees, las personas que están a tu lado así lo harán, y además, si estás de verdad convencido, esa seguridad se notará en todos los aspectos de tu negocio, incluidos tus textos.
Las personas que padecen el síndrome del impostor invierten demasiadas horas al día revisando cada palabra y cada frase que escriben. No lo hacen por miedo a que se cuele alguna falta de ortografía.
Qué va, ojalá fuera eso…
Editan constantemente sus textos porque nada de lo que hacen es para ellos lo suficientemente bueno.
Rompe los malos hábitos del síndrome del impostor y comparte con todos tu mensaje
Muchas personas me escriben diciéndome que todavía no se han atrevido a dar el paso. Me cuentan que se mueren de ganas por abrir un blog y que ya tienen escritos algunos artículos. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando les preguntas por qué todavía no le han dado al botón de publicar, me dicen que creen que esos artículos no están a la altura.
Eso me hace pensar en mi época de instituto…
En la de veces que he tenido que leer un proyecto en voz alta o una redacción sobre un tema libre delante de toda la clase y lo primero que decía antes de empezar era algo así como… «Creo que no está muy bien, pero ya me diréis cuando termine».
Es algo natural sentir inseguridad a la hora de escribir.
Lo importante es conectar con tu trabajo y con el propósito de tu empresa. Escribe a esos clientes con los que en su día trabajaste y quedaron encantados, abre de nuevo esa carpeta con capturas de testimonios de personas que trabajaron en su día contigo, mira hacia atrás y prémiate por todo lo que has hecho hasta ahora. Porque has dado grandes pasos de los que sentirte orgulloso.
Y sobre todo escribe. No dejes de practicar.
Espero que ahora sepas cómo afrontar ese miedo o bloqueo que puede surgirte cuando estás escribiendo y que te lleva a pensar que no lo estás haciendo bien y a “machacarte” sin piedad.
Dime… ¿tú también padeces o has padecido el síndrome del impostor? ¿Cómo lo afrontas?
Te espero en los comentarios.
Si te gustaría profundizar sobre este tema y comenzar a escribir textos persuasivos cuanto antes, echa un vistazo 👇.
Muchas gracias Maider, me ha gustado mucho tu artículo de hoy. Yo trabajo realizando procesos de mejora con personas y organizaciones y me doy siempre cuenta que estos temas de las actitudes no se trabajan apenas. Doy cursos sobre orientación vocacional y laboral y me doy cuenta de que lo «habitual» es hablar de términos técnicos muy manidos ya pero no se habla de las actitudes, de los miedos, de la frustración, de la autoestima y creo que es lo fundamental para una persona. Puedes tener las mejores herramientas pero si la «gasolina» no es buena el coche no andará. Así que muchas gracias por hablar, también, de estos temas. Seguro que poco a poco van calando…
Y tan fundamental… Yo diría que es la base. De hecho, pocos empresarios desarrollan una fuerte mentalidad empresarial (me incluyo). Nos enfocamos en tener mejores herramientas y en olvidarnos de esa «gasolina» de la que hablas. Poco a poco irá cambiando.
Gracias por escribir, Carlos.
Un abrazo,
Muchas gracias por la respuesta Maider, sería interesante intercambiar puntos de vista, experiencias, etc. para ir construyendo un nuevo enfoque más centrado en las personas, en el sentido común. Yo lo trato de hacer con y-logika, a veces es muy complicado porque algo nuevo que implica cambios de actitud reales da miedo pero poco a poco va calando el mensaje y siempre hay personas y entidades valientes que apuestan por esta nueva forma.
Oh!, Sí, claro que lo he padecido. Lo has descrito perfectamente. Cuando lo siento parece que soy una persona dividida en dos, como un Dr. Jekyll y Mr. Hide. Por un lado siento que lo que hago está bien, pero al rato aparece el demonio a atizarme y decir que no lo está del todo. Así que trato de que la parte positiva pese más que la negativa y me esfuerzo por ponerle una barrera para que me deje continuar. Es una lucha pero hay que enfrentarla con la mentalidad de que ganaremos la batalla. Me quedo con tu frase «Lo importante es conectar con tu trabajo y con el propósito de tu empresa». Te agradezco estas recomendaciones.
Ese demonio siempre aparece. En nuestras manos está escucharle o pasar de él. Gracias a ti, Ana. Un abrazo.
Muy bueno Maïder!
Hay dos aspectos de los que hablas que me parecen clave: la seguridad en una misma (desde la humildad) y el perfeccionismo.
El perfeccionismo suele ser síntoma de inseguridad en una misma, así que ambas claves están estrechamente unidas.
Yo también he sufrido y sufro de vez en cuando del síndrome del impostor, por eso es tan importante lo que comentas, «no compararse con nadie», todas tenemos algo único que ofrecer a los demás.
No pararé de escribir, :-)
Gracias
Efectivamente, Natalia. Aunque seguro que seguiremos pecando de vez en cuando de esas odiosas comparaciones pero será algo que no durará más de un minuto.
Un abrazo y gracias por escribir.
Que bueno como siempre Maïder!! Este artículo seguro alivia la mente de muchas personas. Esto ya es incluso desarrollo personal jaja yeahh :)
Me ha encantado este punto en concreto: «No te compares con nadie», yo siempre digo que uno de los motivos por los que no se tiene éxito es enfocarse en el éxito de los demás, pensemos más en nuestras cosas, inspirarnos si pero no dejarnos influenciar demasiado por eses éxitos de terceros, ellos también han comenzado desde lo bajín.
Un fuerte abrazo!!
Todos han tenido sus inicios y nadie sabe cuál es la mochila que cargan cada día. En internet al final se ve la vida de los demás de una forma totalmente distinta a la realidad. Por eso, es importante no juzgar tanta ligereza y centrarse en uno mismo. Gracias, Alejandro. Fue un placer conocerte en Quondos. Un fuerte abrazo.
Exacto! Nunca debemos prejuzgar :). Todo un honor conocerte! Eres todavía más maja en persona, y mira que eres maja escribiendo jajaja
PD: te envié un mail para hacer un videohomenaje del Quondos de 1 min pero debes estar a tope de liada jaja así que nada, gracias por tu tiempo de todas maneras ;) un abrazo muy fuerte y a ver si nos vemos en otro evento!!!
Yo soy una habitual sufridora del síndrome del impostor, y aún lucho cada día por ignorar esa vocecilla dentro de mi cabeza que siempre me dice que lo que hago no está a la altura.
Pero al final, como bien dices, la solución está en seguir adelante a pesar de ella, seguir practicando y escribiendo un poco más cada día. A mí me ayuda especialmente el tener recopilados los emails o comentarios positivos que he recibido sobre mi trabajo, para acordarme de ellos en las horas bajas.
¡Genial artículo Maider! Un saludo,
Cristina
Seguir mirando hacia adelante para que nada te detenga. Leer los emails, testimonios e incluso comentarios del blog siempre son un buen estímulo. Un abrazo, Cristina y gracias por unirte a la conversación.
Me ha encantado tu artículo, y sí: tengo este síndrome desde tiempos inmemoriables. Guardo varios borradores que ni siquiera están terminados por falta de seguridad en mí misma, pero luego imagino que el post es de otra persona y no está nada mal. En fin, ahora toca echarle un par y escribir sin miedo. Muchas gracias por abrirme lo ojos, un abrazo enorme.
Bárbara, lo increíble es que lo leas y pienses «no está nada mal»… Entonces, ya estás tardando en publicarlo que los demás queremos leerte.
Ya sabes, a echarle un par y escribir sin miedo. El primer día da cosa, el segundo también (y el tercero). Pero con el tiempo una se va acostumbrando a ese «cosquilleo». Un abrazo y gracias por escribir.
No sabía que existía este síndrome, me siento identificada en muchas cosas, sobre todo en lo de las comparaciones. Gracias por el post, la información y los consejos, los pondré en práctica.
Gracias a ti, Nuria. Me alegra que lo hayas detectado. Ahora ya sabes lo que puedes hacer para darle la vuelta. Un abrazo.
Maïder !!
Cuantos ánimos !! Me ha encantado el post.
Dices verdades como catedrales de grande.
Se pasa mal cuando estás solo con tu blog y sin visitas. Perdido y con miedos.
Todos los días tienes que sobreponerte y seguir. El problema viene cuando aparece la inseguridad y crees que eres un cagarro.
Sigo con problemas a la hora de escribir y lo he sustituido por videos que voy subiendo a you tube, aunque sin guión se me olvidan cosas, creo que trasmito mejor.
Estoy haciendo el Curso de Autoridad Ascendente de Franck Scipion y lo llevo un poco retrasado, pero creo que tengo que dejarme de tonterías y hacerte caso.
Muchas Gracias por tus palabras. Nos guías con mucho amor.
Un fuerte abrazo !!
Me alegra que estés haciendo el curso de Franck. Estoy segura de que con la ayuda de la comunidad estarás avanzando en tu trabajo y sobre todo estarás encontrando la motivación. Los inicios nunca son fáciles y sé cómo es esa sensación que describes porque yo también viví ese periodo.
Mucho ánimo y adelante. Un abrazo, Jesús.
Yo creo que todo en algún momento hemos padecido este síndrome. Forma parte del proceso para convertirnos en profesionales y hasta cierto grado es positivo, sobre todo porque nos ayuda a crecer.
El problema está en sufrirlo muy a menudo o en dejarnos arrastrar por él, ya que nos impide avanzar. Hay que aceptar que este sentimiento surgirá alguna vez y superarlo.
Geniales los consejos que das para conseguirlo Maïder.
Sí, el problema está en que nos detenga y no nos deje hacer absolutamente nada. Conozco gente a la que le ha pasado y no es fácil. Gracias por escribir, Fran. Un abrazo.
Constantemente, Maider, ¡qué bien lo has reflejado! Cada día tengo que luchar contra esos pensamientos que me dicen que no soy lo suficientemente buena, que lo que escribo no tiene la calidad necesaria, que no va a interesar, que hay mil que lo hacen mejor que yo…. Así que al leer esto me he sentido plenamente reconocida, pero a la vez motivada para superar esas barreras, que creo forman parte del proceso. ¡Gracias por este fantástico post!
Eso es muy bueno, Eugenia. Me alegra saber que el post de esta semana te ha inyectado de esa energía. Un abrazo fuerte y ánimo.
Me ha encantado este artículo, Maïder.
Creo que todos los que tenemos un blog pasamos por esta fase de sentirte un impostor cuando queremos que salga perfecto, documentandome una y otra vez en cada referencia que aporto desde mi experiencia. Yo misma leo una y otra vez mis artículos antes de publicarlos y soy también bastante exigente porque quiero dar lo mejor de mí para mis lectores.
La parte de leer los testimonios de clientes satisfechos es algo que a mi personalmente me ayuda mucho, sobre todo para tener más seguridad cuando aporto valor en mi especialidad como diseñadora.
Mil gracias por tus consejos :) un abrazo
Leer la prueba social siempre motiva. Mirar hacia atrás y ver todo lo que has hecho hasta ahora también. No tenemos que perder esas buenas costumbres, Elena. Leyendo vuestros comentarios veo que prácticamente todos sufrimos de este síndrome, pero lo reconocemos y saber qué es lo que podemos hacer al respecto.
Gracias a ti. Un abrazo.
Estupendo mensaje Maïder. Se puede traducir para cualquier creativo, para cualquier artista. Porque todos aquello que hemos trabajado o trabajamos creando, sentimos muchas veces esa experiencia, aunque la llamemos de diferentes formas.
Aceptar que estás haciendo algo estupendo aún cuando no se acerque a aquello que mantienes en tus expectativas sobre ti misma y tus creaciones, es una meta difícil pero necesaria.
Aceptar que eres experto en tu trabajo aún cuando no te hayas enriquecido con ello a pesar de los años invertidos, es una meta difícil pero necesaria.
Aceptar que dentro de ti y de tus experiencias, eres único y tienes mucho que transmitir, ayudando y ayudándote, también es una meta difícil y necesaria.
Pero todo ello está en el camino de cualquier creativo. Algo que no te enseñan en la escuela, aún cuando deberían.
Repito, estupendo mensaje Maïder.
Gracias por compartir.
A mí me encanta tu mensaje, Marisa. Es como un pequeño mantra que muchos deberían leer cada día. Es verdad, no nos lo enseñan en la escuela, pero nos lo enseña la vida. Gracias a ti por escribir.
Me ha encantado el post, Maïder, además me he sentido muy identificada. El otro día, haciendo mi página de ventas, detecté muchísimos condicionales, muchos «puede», «tal vez», subjuntivos… Y todo esto refleja mi inseguridad a la hora de vender mis servicios. A veces nuestro lenguaje nos delata mucho más de lo que pensamos. Gracias por recordárnoslo y hacernos ver que todo es cuestión de enfoque y de práctica.
Es verdad, nos delata demasiadas veces. Nuestra forma de escribir cuenta a los demás si estamos tristes, felices, sorprendidos o si nos sentimos inseguros. Por eso es importante trabajar la seguridad: primero en nosotros, luego en nuestros textos.
El primer paso es darse cuenta y eso ya lo estamos haciendo. Gracias por tu comentario, Masha. Un abrazo.
Estupendo artículo Maïder. Me siento totalmente identificada…
A mí me pasa con un proyecto de un blog que tengo pendiente. Llevo muchísimo tiempo queriendo lanzarlo pero no lo veo ni lo suficiente bueno ni lo suficiente interesante. Y todo es por el alto nivel de exigencia que sólo me lleva a una actividad continuada. Y creo que como bien dices, se debe mucho a las comparaciones y un poco también miedo al fracaso. Pero todo es en definitiva dedicación y principalmente ensayo y error.
Muchas gracias!
Así es, Lucía. Esto podría ser una señal para que publiques de una vez por todas ese blog. Ya verás el peso que te quitarás de encima y lo mucho que vas a disfrutarlo. Un abrazo.
Es inevitable sentir esa sensación cuando el estrés te sobrepasa. A veces lo mejor es desconectar, airearse, reflexionar en los tips que has puesto y pensar que si tú «has sido elegida» para hacer tal texto, es por algo. hay veces que releo buenos trabajos propios para recordarlo y después, todo fluye. Gracias por tu artículo Maider!
Ya lo creo, Rhodelinda. En su día hablé también de cómo podíamos escribir más rápido artículos para el blog y desconectar es una parte importante. Y releer trabajos anteriores es un chute de energía. Gracias por compartir tu forma de evitar el síndrome del impostor. Un abrazo.
Hola Maider, tu artículo me ha llegado al corazón. Estoy justo en ese momento de lanzo mi blog pero…. me bloqueo al pensar que lo que escribo no es lo suficientemente interesante, aunque en el fondo sé que lo es.
Muchas gracias por tus palabras porque son como un impulso para seguir adelante con el proyecto.
Un saludo
Qué bien, María. Me alegra leerte. Ánimo con el blog. Publícalo y disfruta de todo lo bueno que te va a traer. Un abrazo fuerte.
Creo que el punto 1 y el 3 son básicos. Primero aceptar que no eres perfecto, ni que vas a usar las palabras de ningún gurú especialista; y el otro punto, el de no compararse, creo que nos quita mucha presión de los hombros. Afrontar los textos desde la humildad y la confianza creo que es lo que nos puede ayudar a superar este síndrome que todos hemos sentido alguna vez. Gracias por el post!! Me ha dado para reflexionar :) Un abrazo
Sí, son puntos importantes. Y el de no compararse con la competencia uno de los que más deberíamos repetir. Siempre tendemos a infravalorar lo que hacemos y no puede ser.
Me alegra que este post te haya dado para reflexionar. Un abrazo, Marta.
¡Me encantan tus artículos! y aprendo muchísimo contigo, algo que aprovecho para agradecerte. Pero hoy me has tocado la fibra… Soy perfeccionista, y como tal, creo que nunca escribo bien, que no me va la redacción, que no llego a empatizar… así que este post, es como si hubiera sido escrito para mi, jajajjjj…..
Enhorabuena por tus logros; sin duda, te los mereces.
Un saludo.
Carla.
Gracias por tus palabras, Carla.
Otra perfeccionista en la sala, ya has visto que somos unas cuantas y ya sabes todo lo que se puede hacer para no ser tan dura contigo misma. Un abrazo fuerte.
Hola simpática!
Me ha tocado la fibra este post, de hecho pienso que el 70% quizás sea poco, de personas que se hayan sentido así en alguna ocasión.
Es una sensación que siempre esta presente antes de dar al botón de publicar y que es difícil de eliminar por muy honesto que seas. Pienso que el mejor efecto para contrarestar esta adversidad son los comentarios de ánimos y dudas de tus lectores. Es cuando realmente piensas que quizás no este tan mal tu publicación y esto te da fuerzas para continuar con la siguiente.
Pero si, admito que lo he sentido en mis propias carnes y que es algo que te acompaña cada vez que publicas, aunque quizás sea muy positivo para que te obligue a dar lo mejor de ti mismo y así poder dormir a pierna suelta.
Bienvenido sea el «síndrome del impostor» para dar lo mejor de nosotr@s cada vez que hagamos algo autentico.
Un abrazo
Qué bueno verte por aquí, Ángel. Gracias por escribir.
Sí, ese cosquilleo malo no es, te anima a seguir y hacerlo cada vez mejor.
Los comentarios son un buen indicativo, pero no es algo en lo que centrarte. Seguro que te ha ocurrido en más de una ocasión que has escrito un post que para ti ha sido épico y que no ha recibido nada de interacción. Y al revés también…
Gracias por dejarnos tu punto de vista positivo sobre el síndrome del impostor. Me ha encantado leerte. Un abrazo.
Jolín, Maïder, me ha leído el pensamiento. Siento que este post me lo has escrito a mí. Es justo lo que necesitaba leer y te lo agradezco, ahora me siento un poco mejor sabiendo que sólo me ocurre esto a mí.
Que sepas que tengo grabada a fuego la frase que aprendí en tu curso «el perfeccionismo no es rentable», aunque tengo que decir que suelo caer en mirar y remirar todo un montón de veces, voy siendo consciente de ello e intento corregirlo cada día. Es un gran paso.
Voy cambiando mi mentalidad teniendo en cuenta que siempre será mejor algo «imperfecto» que nada y quizás a ojos de otra persona lo «imperfecto» es perfecto.
Cuídate mucho. Un fuerte abrazo.
Qué bueno, Sara. He llegado en el momento perfecto para ti.
Es verdad, en EPV os he hablado en varias ocasiones del perfeccionismo. Me alegra que tengas mi frase grabada a fuego. Ánimo con todo, tienes mucho que aportar en tu sector y lo sabes. Un abrazo fuerte.
Muchas gracias Maider por tu fenomenal artículo. Cuando uno ya cree haber leído de todo sobre creencias, miedos, etc, hoy me haces descubrir algo en mí a lo que no era capaz de poner nombre: el síndrome del impostor. Antiguas creencias decían que cuando conoces el nombre de una cosa tienes poder sobre ella. Y en efecto, creo que ahora que sé como se llama voy a ser capaz de superarlo. Gracias de nuevo. Un abrazo
Eso es verdad, Gabriel. Cada día aprendemos algo nuevo.
El primer paso es ser consciente de ello y el segundo trabajar en cómo evitarlo (o disminuirlo).
Un abrazo.
Maider,
Que alivio leerte hoy.
Este tema me es como las olas: Sé que en algún momento vendrán, sé que me voy a poner mal, que seguro lloraré, que no seré productiva durante ese tiempo, pero sé que va pasar.
Hasta este intante lo aceptaba como tal, pero ahora ya sé como preveer este asunto y como afrontarlo.
Gracias!
María Pía
Cuando llegue ya sabrás qué puedes hacer al respecto.
Gracias por tu comentario, María. Un abrazo.
Excelente tema, no había escuchado del síndrome del impostor, pero si es verdad que es fácil de identificarlo en algún momento de nuestra vida. Lo más preocupante puede ser que al final esa inseguridad se refleje en lo que escribimos.
Pienso que esto no sólo lo podemos transpolar a la escritura, en muchos aspectos, el síndrome puede afectarnos y hacernos sentir inseguros, lo peor es que esas comparaciones te alejan un poco de ser auténtico y único, para convertirte en una copia de tu competencia, cosa que debemos evitar a toda costa.
Gracias por compartirlo, ahora estaré más atenta si llegan a surgir esas inseguridades, para saber como actuar.
Lo más preocupante y lo que más veces ocurre, Judit.
Qué bien que lo menciones porque de tanto mirar los que hacen otros, en la mayoría de ocasiones, perdemos nuestra propia autenticidad. Y eso es lo que no puede ocurrir. Un abrazo y gracias a ti.
Omg!! Es como si estuvieras hablando de mi mis inseguridades para escribir; es un alivio ver que no soy la única loca que lo siente, realmente uno no se da cuenta de cuan exigente es consigo mismo hasta que le ponen un espejo como este.
Precisamente ayer publiqué una entrada en el blog de mi empresa y me pasé la mayor parte del tiempo corrigiendo los errores.
Estoy que quiero abrir un blog personal sin embargo no logro dar el paso, espero que pronto la fuerza me acompañe.
Gracias por este post :)
Estoy segura de que te acompañará. Sé que da miedo, pero peor es quedarse con la sensación de que quieres hacer algo y no das el paso. Ninguno hemos hecho las cosas bien a la primera, pero las hemos hecho. Con el tiempo hemos ido perfeccionando y cogiendo mayor seguridad.
Tú puedes hacer lo mismo, Clarissa :)
Un abrazo y ánimo.
Qué bonito Maïder! y de verdad, interesante.
Un saludo guapa
Gracias, Marta.
Un abrazo.
Sí! Si he padecido el síndrome del impostor. Lo que aplico es ¡todo va bien!. Me quedo ahora con la aceptación de que no lo sé todo y que no es mi responsabilidad controlar el 100%. Hay que ser flexible.
Ese «todo va bien» es IMPRESCINDIBLE.
Un abrazo, Julieta y gracias.
Claro que siento el síndrome del impostor. Es un problema serio con el que tenemos que trabajar a diario incluso cuando sabemos que somos buenos escribiendo. El miedo, las inseguiridades son propias del ser humano, lo bueno es trabajar «a pesar de» y seguir adelante. Tener miedo y a pesar de todo trabajar. En absoluto es malo sentirse inseguro, eso nos hace humildes, nos hace conectar de nuevo con la pasión. En el momento en que sientas que lo sabes todo corres el riesgo de desconectar del mundo real.
Siente el miedo y hazlo a pesar de todo.
Gracias Maïder.
Preciosa reflexión, Elena.
No puedo estar más de acuerdo con lo que dices y con tu forma de ver este miedo que todos hemos sentido en algún momento. Un abrazo y gracias.
Hola Maï,
En mi caso sí había escuchado hablar del síndrome, con este y otros nombres. Creo que es totalmente aplicable a cualquier profesión.
En mi caso lo que mejor me funciona es producir, pasito a pasito; y hacerme consciente de que una parte de mi me está boicoteando, algo así como desenmascararlo para que con trabajo y paciencia, poco a poco sus gritos bajen de decibelios.
Gracias por tus consejos, un abrazo
Producir cantidad y con el tiempo vendrá la calidad. Pero lo importante es no detenerse.
Claro que sí, Ana. Un abrazo y gracias a ti por escribir.
Pues mira yo soy todo lo contrario!
Pienso que lucho todos los días y que hago bien mi trabajo, pero que mi verdadera oportunidad aun no me ha llegado. Sé que los que me conocen saben que trabajo bien y que soy luchador, pero yo sigo aquí trabajando a las 9 de la noche y ademas que no me falte. Envidio sanamente a todos aquellos que han tenido éxito sin casi quererlo, como dice el articulo. Ole sus narices por conseguirlo. Hay quien nace no con suerte, sino con la estrella para conseguir cosas con mucha menos necesidad., Casi sin quererlo. Pero esto es como el que nace guapo, en una familia rica, o en situaciones muy favorables. También hay muchas personas con mucho talento que nunca tendrían la posibilidad de demostrarlo, porque viven en entornos muy desfavorables, o no han estudiado en buenos colegios. En fin, la vida es así. A veces justa, y a veces injusta..
Aquí estamos hablando de algo relacionado pero totalmente distinto al enfoque que le estás dando. No estamos diciendo que esas personas que logran el éxito lo hacen por suerte o sin quererlo, de eso no trata este post. Algunos probablemente hayan tenido esa suerte, pero la gran mayoría no y de eso estamos hablando. De cómo gestionamos esa voz interna que juzga y critica constantemente nuestro trabajo.
Sobre la suerte, la visión que nos has dado es, en mi opinión, algo pesimista. Todos podemos ir creando nuestras propias oportunidades. Hay que saber verlas porque obviamente muy pocas veces llegan llamando a la puerta. De este tema podríamos pasarnos una tarde hablando y estoy segura de que podríamos llegar a una buena conclusión. Gracias por tu reflexión, Juanvi. Un abrazo.
Buenas noches Maïder
a veces me he sentido asi y no sabia muy bien como explicarlo, no encontraba la palabra adecuada. Y es que uno crece, ve crecer su proyecto, como no cree que sea posible que crezca tan rápido, cree que es un error, y que no se lo merece.
Ni mucho menos estoy a la altura de la gente que nombras, pero con mis pequeños avances, sabiendo donde estoy , a veces me he sentido así. Miedo . Pero nada, se respira, se asume lo que pasa, se disfruta y uno con la conciencia tranquila de que esta dando lo mejor de si, al final las cosas fluyen.
Gracias por aclarar y darle nombre a lo que no sabía nombras.
Un besico
Sandra
Y entiendo que te hayas sentido así, Sandra. Da igual que mencione gente más o menos conocida porque muchas personas hemos vivido las mismas sensaciones viendo crecer nuestros propios proyectos.
Gracias por compartir con nosotros tu experiencia con el síndrome del impostor. Un beso.
Qué miedo me das, Maïder! :) Parece que ayer te colaste en mi cerebro y por eso sabías perfectamente que necesitaba leer. Enhorabuena por el buen artículo que me ayudará acabar este artículo que empecé ayer y no lo acabé por algunas razones que mencionas en tu post.
Aunque tener este crítico intransigente en la cabeza puede molestar, le agradezco su existencia porque ayuda a encontrar la» otra voz», bonita y motivadora que nos hace confiar en nosotros y crecer.
GRACIAS!
Julia
Qué bueno, Julia. Me alegra haberme podido colar en tu cerebro unos minutos y espero que a estas alturas de la semana (hoy es domingo) hayas publicado ese artículo que tenías en borradores.
Un abrazo fuerte y gracias a ti.
Hola Maider, confirmado, tengo el síndrome del impostor.
El pánico me invade cuando pienso que tengo que publicar algún post, pero bueno tus palabras me han resultado muy alentadoras, con esa inyección de adrenalina que nos has inyectado, creo que a partir de ahora me sea un poco mas liviano escribir un texto, y es que la perfección no existe y las comparaciones son odiosas.
Muchas gracias por tu ayuda.
Un abrazo.
Esas son muy buenas noticias, Marta.
A por ello. Un abrazo fuerte.
Hola Maïder
Muy buen post. Creo que casi todos hemos pasado por ese proceso de sentir que lo que sabes, y para ti es tan familiar también lo es para todo el mundo.
El típico «¿quién soy yo para dar consejos?» y el quererlo todo perfecto juega muy malas pasadas,
La seguridad es la clave, pero es algo que se va ganando con la práctica.. Cuanto más repites un proceso más seguro te sientes al hacerlo y menos fraude también.
Un besote.
Ese es el proceso para combatir la inseguridad, practicar más. Es así como aprendí a hablar en público con más soltura. Gracias por escribir, Rosa María. Un besote.
¡Hola Maider! Este post si que me viene como anillo al dedo. La verdad ese síndrome lo he vivido y tienes mucha razón al recomendar como un de las claves el no compararte. Pero es algo difícil porque siempre andamos mirando nuestra competencia como buenos investigadores de mercado que somos. Por un lado sabemos que es necesario conocer la competencia y ahí es donde caemos, empezamos a compararnos y nos bajamos el ánimo.
Me he dado cuenta que ser flexible y aceptar que «no lo sabes todo» como dices en tu primer consejo es una punto MUY cierto ya que generalmente nos estamos dando garrote tratando de aprender todo lo que podemos y solo hasta cierto punto es humanamente posible.
¿Sabes que he descubierto? Que rodearme de personas que saben bastante de los temas complementarios al mío es la mejor estrategia. Contar con un grupo de personas en las que confías y a las que les puedes preguntar cándidamente acerca de temas que no conoces muy bien a sido un buen recurs. Lo otro es ser abierto y cuando no sabes algo, ¡pues admite y se acabo!
Un abrazo
Me encanta ese último apunte, Marcela. Rodearse de gente que sabe de otros temas es fundamental y me alegra que lo menciones. Gracias por esta reflexión que nos haces estoy segura de que muchas personas se habrán sentido identificadas con lo que dices. Un abrazo.
…eso me pasa cada vez que empiezo a escribir para un nuevo proyecto o empiezo una colaboración con alguna revista. Es una sensación que paraliza y que a la larga termina demorando o postergando mi trabajo. Creo que ahora la tengo más clara, gracias por compartir y prometo espantar este sentimiento cada vez que venga a tocarme la puerta.
Bien dicho, Yessi. Mucho ánimo con todo, aquí estaremos para verlo. Un abrazo.
Hola Maïder!
Te he de decir que tu post me ha caído como anillo al dedo! Muchas gracias!!
Actualmente estoy finalizando la carrera de Comunicación y estoy en pleno Trabajo de Final de Grado…Cada día me da la sensación de no estar a la altura, por más que me lea y relea las líneas que escribo.. es frustrante!
Por suerte mi tutora me anima cada día y poco a poco he ido cogiendo esa confianza para seguir adelante.. y después de leer este post… todo va a ser un poco más fácil!!
Muchas gracias de nuevo!!!
Seguimos en contacto!
Qué bien, Judith. Mucho ánimo con ese último trabajo. En nada terminas y vacaciones.
Suerte y gracias por escribir.
Tienes mucha razón Maider, tambien me pasa y luego cuando decido enviar el artículo (si escribo para otra persona) resulta que le parece excelente. Gracias por tus artículos, los valoro mucho, saludos desde Uruguay, Gladys
Gracias a ti, Gladys. Ánimo con todo ;)
Hola Maider,
¿Por qué nos pasamos la vida dudando de nosotros mismos? ¿Por qué somos inseguros?
En el mi opinión, procede de una falta de autoestima que tiene raíces culturales.
En los países occidentales, la autoestima se basa en la sensación de tener controlada nuestra vida. La libertad individual es uno de los valores más apreciados.
Sin embargo, en África o Asia, las personas priman valores como la tradición y la seguridad. Las personas basan su autoestima en la sensación del deber cumplido.
Un saludo y gracias por compartir tus conocimientos.
Seguramente tiene mucho que ver con la autoestima de la que hablas. No lo sé, sería interesante hablar más de este tema. Como se puede ver en el post afecta a más gente de la que imaginamos. Gracias a ti por escribir y compartir esta reflexión. Un abrazo, Francisco.
Genial post como siempre.
Cuando comencé a leer el post me sorprendió una cosa que pensé: que muchas veces siento eso respecto a mi vida personal. Síndrome del impostor en la relación de pareja, qué comidas de cabeza ¿verdad?
Sigo leyendo (tengo acumulación de posts!!!)
Es verdad, puede ocurrir. Todos en algún momento sentimos este síndrome. Unos se bloquean, otros se enfrentan a las sensaciones que le generan. Gracias por escribir.
Hola! gracias por todo lo que compartes, eres genial. Soy health coach y tengo un negocio de comida saludable, estoy preparando mi web y dentro de ella tengo un blog de bienestar, a fin de mes lo lanzo y estos días estuve escribiendo el post intro del blog , el que me presenta y habla de lo que quiero conseguir, mi propósito… y lo titulé ¿Y quien soy yo para escribir este blog? y acepto que muchas veces he sentido este sindrome del impostor PEROOO que más fuerte son mis ganas de compartir lo que sé y sé que puedo ayudar a más personas a llevar una vida más saludable y feliz …. Tú crees que es contraproducente empezar así?, revelando que me sufro aveces de este sindrome ?
Gracias !
Es normal, Carla y me alegra ver ese título. Todos hemos sentido eso alguna vez. Mucha suerte con ese blog, estoy segura de que con las ganas que transmites en este comentario todo va a ir de maravilla. No creo que sea contraproducente empezar así. Es lo que te hace vulnerable. Más humana. Un post con el que seguro que podrás inspirar a otras más. Un abrazo.
Maïder, tu post es muy bueno. Y coincido contigo en que no hay que compararse con nadie, porque cada uno tiene su propia forma de contar las cosas.
Hasta ahí, bien, verdad?
Pues no!!!!! Luego llega Google Analytics, y te da el día!!!!!!
Este maldito Google!!!!
Es verdad, Google Analytics te puede dar el día de vez en cuando. Yo intento no mirarlo o no sacar el látigo cuando leo las estadísticas. Ánimo Adela.
soy de la tierra de los incas de esa Sudamérica linda hermosa bella
pienso que las mujeres son mejores que los hombres a la hora de escribir… escribir bien la clave es que te tiene que salir del corazón de las entrañas de la sangre de las venas del sentimiento y tienes que ponerle esas gotas de locura que tenemos todos los seres humanos , cuando el tigre va detras de su presa lo primero que busca es el cuello y los que escribimos buscamos el alma un besote Maider Y UN CALUROSO ABRAZO MUA MUA
Qué va, Karlos. En la escritura tampoco hay distinciones. Todos somos muy capaces de escribir buenos textos, te lo aseguro. Me ha encantado la metáfora, gracias por escribir. Un abrazo fuerte.
Genial artículo Maider, todos hemos sentido ese síndrome alguna vez.
Ya lo creo, es un tema que nunca pasa de moda entre los emprendedores. Gracias por escribir, Carlos.
no compararse con nadie y romper el miedo , sin duda los mejores consejos
Muchas gracias Maider! me ha encantado y no sabía que esto del Síndrome del impostor se llamaba así. Desde luego que lo he sufrido! Muy buen post. :)
Me ha encantado tu artículo. Me he sentido muy identificada con tus palabras. Creo que el síndrome del impostor me invade desde que he nacido. Actualmente estoy a punto de crear mi sitio web y tratar de conseguir mis propios clientes como freelance, pero no consigo sacar de mi cabeza frases como: «no soy capaz» que «a dónde voy si soy muy joven y con poca experiencia». Me repito continuamente que no sé de nada. Y leo, y hago cursos y me preparo para dar ese gran salto que espero dar.
Leer tu artículo me ha ayudado mucho.
Lo estoy padeciendo.
En este punto de mi vida, he logrado tantas cosas positivas.
Pero todavía siento que no es suficiente.
Que podría dar mucho más.
Creo que darme cuenta, que es cuestión de cambiar la mentalidad y de empezar a valorar más lo que he logrado hasta ahora.
No es del todo malo, es difícil darse cuenta.
Tengo tantas buenas ideas, pero tanta inseguridad.
No sabía, que para este sentimiento o fase de mi vida podía existir un síndrome, o una explicación.
Lo genial fue que llegué a éste artículo, y me ha dejado las ganas de espabilar.
Gracias Maïder.
2:31am
PD: Me gusta mucho cómo escribes, emanas buena onda, igual con los vídeos es como una píldora de rayitos de sol.
Me ha encantado tu posdata, Karla. El síndrome del impostor es más común de lo que creemos y cuando estás empezando puede estar todo el día dando la tabarra. Pero piénsalo fríamente: vender es ayudar y siempre creemos que podemos ayudar a los demás en menor medida de lo que en realidad podemos. Además, estás aquí porque has tomado muchas decisiones correctas que te han hecho avanzar y a eso se nos olvida darle crédito cuando realmente tiene muchísimo.
Me siento claramente reflejada, en todos los aspectos. Ahora, tratando de abrir mi blog, estoy en la fase de escribir un mismo artículo 5 veces porque no me parece todo lo bueno que debería ser. En definitiva, nos limita mucho este Síndrome del Impostor, pero como todo, toca superarlo. Gracias por tus ideas para combatirlo.
Sin duda, un tema importante. He llegado a este artículo porque me hice la siguiente pregunta. ¿Cómo escribir con humildad? Pregunta que deribó inicialmente, porque me he propuesto la meta de escribir con certeza sin caer en la soberbia. Y me cuestiono debido a que no soy escritor, pero deseo acompañar las ilustraciones de mi pagina web con textos que puedan añadirles riqueza. En esta página las imágenes son las protagonistas, sin embargo, siento que es arriesgado agregar un texto que no pueda estar a la altura. Gracias por las recomendaciones y mucho éxito.
Felipe, ¡qué interesante tu reflexión!Gracias por compartirla porque me encanta que un ilustrador le de tanto valor al mensaje que acompaña a sus imágenes.
Sin duda, el pie de foto tienes que utilizarlo para potenciar el valor de tu trabajo, porque si tú no lo cuentas muchas personas no van a saber qué hay detrás de cada obra. Puedes aportar historias, referencias y procesos que hay detrás de todo tu trabajo.
Si tienes alguna duda en concreto me encantará seguir charlando. Un abrazo